Ficha técnica
Steisy rompe a llorar desconsoladamente al hablar de su ruptura sentimental: "muy mal. Fatal, una hija, seis años. Es muy duro. Sonríes, sale, te disfrazas y todo, pero... Pero qué va. Esa pena y ese miedo a volver. A empezar de nuevo, cuando llevas seis años acompañada. Es muy duro". Aclara que: "no había terceras personas, no había nada. Y yo te digo una cosa. Es la primera cosa que hago porque no quiero dar declaraciones porque lo paso fatal, ni siquiera las redes. Para mí, mi hija es lo más importante. Después de mi hija, es lo que más quiere mi hija, que es su madre y su padre. Por lo tanto, en mi vida, siempre va a ser mi hija, luego su padre y luego yo. Perdón. Mi hija primero, luego yo y luego su padre. El padre el tercero, pero el tercero. Y bueno, ahí vamos". Asegura que sigue queriendo a pablo pisa: "mucho. Siempre lo voy a querer". No se avergüenza de romperse frente a las cámaras: "claro. Porque soy humana. Y porque soy natural. Y en ese momento no tenía ninguna herida abierta y ahora la tengo muy grande. Y no me da vergüenza, que me salten las lágrimas. Madre mía. Pero bueno, es algo que dios quiera. No sé lo que pasará en un futuro. No sé si nos perderemos por el camino. No sé si el camino llegará a encontrarnos de nuevo. Yo solo sé que siempre va a tener mi respeto". Este tema es en exclusiva Total Steisy: - Bueno, Steisy menudo desfilazo, ¿no? - Ay sí, estoy muy contenta. Es la segunda vez que desfilo, ¿eh? Quitando mujeres y hombres. Que nadie baja las escaleras como yo. Pero es la segunda vez que desfilo, de verdad. Y las dos veces han sido para José Perea. - ¿Y qué significa desfilar? Mojarte, porque te has mojado. - Bueno, me ha pasado una pequeña cosa, y es que me dice José, yo creo que el agua te llega más o menos por las rodillas o por las piernas. Y claro, me he metido, el agua me llegaba casi por el cuello. Me he sentido como la reina de las medusas, pero una reina esta guapa, guapa, de esas medusillas chicas que se ven por Salobreña, pues la más grande. Y mira, pues muy bien, al final sale muy bien, con el miedo de no caerte, como les pasa a todos los modelos, me imagino, pero muy contenta. - Pistoletazo de salida del orgullo. Qué importante es dar visibilidad. Desgraciadamente, ¿eh? - Mira, es súper importante, porque yo, por ejemplo, yo me di cuenta que era bisexual a los nueve años. - ¿Ah, sí? - Sí, en plena catequesis. - Ah, mira. - Y claro, yo me creía que era... Claro, yo me creía que el demonio sabía poder a mí, que yo era una bruja piruja, y que, claro, no se lo podía contar a nadie ni nada. Y todo fue por un sueño. Yo dije, contra, si en el sueño me ha gustado, ¿por qué no me va a gustar en la vida real? Y qué pena que tardase tanto tiempo. Hombre, con nueve años era muy pequeña, pero bueno, tardé muchísimo tiempo. Antes de cumplir los 18 años de edad, muchísimo después, muchísimo después poder probar con una chica, porque yo al final me enamoré de las personas, ¿sabes? Y a lo mejor pasaba una niña por la calle, y la otra, ¡ay, qué, mira qué fea, qué... Claro, envidiosa, diciéndole cosas. Y claro, yo la miraba, miraba al ojo, mirando para el culo, y yo disimulaba y decía, ¡ay, qué fea va, qué fea va! ¿Sabes? O sea, esa incomodidad, el fingir quién no eres, eso te crea una serie de complejos y de cosas por la vida, por la vida hay que ir volando. Y tienes que ser libre, y tienes que amar a quien quieras. Sea una persona mayor, sea una persona de color, sea una persona gay, sea una persona transexual, sea lesbiana, sea lo que sea, tú puedes amar lo que te dé y cuando te dé la gana. Y puedes cambiar de parecer también cuando te dé la gana, porque es que parece, claro, somos bisexuales y mañana puedes cambiar de parecer. O un hetero, ahora no se puede hacer gay porque ha sido toda la vida hetero, o porque te decís... - Me encanta que te escuche alguien eso. - Entonces, puedes hacer lo que te dé la gana y puedes cambiar de parecer cuando te dé la gana. Igual que todos los errores que cometes al cabo de la vida, que no tienes por qué ser en el ámbito sexual ni...ni de amor, ¿sabes? También tienes derecho a cometer errores en el ámbito de amor y sexual y no te tienen que juzgar por ello. Que parece que también, para las personas del colectivo, tenemos que hacer las cosas perfectas porque al mínimo fallo te han dicho tú, tú, tú, tú, tú. Y nos sentimos muy juzgados y ya está bien. - Oye, tú te casarías con una mujer si te entrase, ¿verdad? - Yo sí lo tengo súper claro, yo podría casarme con una mujer y con un hombre y con una persona transexual si yo le gustase. Pero es que me cuesta más gustarle yo. Pero a mí me gustan las personas. Yo me enamoro de un ser, de la forma de ser, de la seguridad de una persona. A mí me gusta la seguridad en alguien. Me gusta que sea súper divertido, divertida, que tenga mucha gracia, que sea muy vivo, muy viva. Me da igual, yo me enamoro de lo que sea siempre y cuando sea una buena persona y me atraiga. - Oye, te tengo que preguntar. Salió hace poco la noticia de tu ruptura. ¿Cómo estás? Hasta donde quieras y... - Muy mal. Fatal, una hija, seis años. Es muy duro. Sonríes, sale, te disfrazas y todo, pero... Pero qué va. Esa pena y ese miedo a volver. A empezar de nuevo, cuando llevas seis años acompañada. Es muy duro. - Tienes miedo. - Y luego es una ruptura muy dolorosa porque no se acaba el amor. - Lo sigues queriendo. - Pero si esto es bien arreglo...Si tuviese el día de mañana algún arreglo, era el momento de parar. Si no iba a ser irreversible. - ¿Sí? - No había terceras personas, no había nada. Y yo te digo una cosa. Es la primera cosa que hago porque no quiero dar declaraciones porque lo pasó fatal, ni siquiera las redes. Para mí, mi hija es lo más importante. Después de mi hija, es lo que más quiere mi hija, que es su madre y su padre. Por lo tanto, en mi vida, siempre va a ser mi hija, luego su padre y luego yo. Perdón. Mi hija primero, luego yo y luego su padre. El padre el tercero, pero el tercero. Y bueno, ahí vamos. - Poco a poco, ¿no? Te veo... Que te ha afectado. - Sí, me afecta mucho. Intento estar en otra cosa, pero no... Yo a todo el mundo le pregunto, ¿cuánto se tarda en superar esto? - Hija mía... - Pues parece que no se acaba el dolor. - Lo quieres. Intuyo en tus palabras. - Mucho. Siempre lo voy a querer. - Fíjate lo poderosa que eras. Yo te recuerdo en la televisión, no había cojones a poder contigo, no puedo decir esta palabra, pero lo voy a decir. Y te veo débil. - Claro. Porque soy humana. Y porque soy natural. Y en ese momento no tenía ninguna herida abierta y ahora la tengo muy grande. Y no me da vergüenza, que me salten las lágrimas. Madre mía. Pero bueno, es algo que Dios quiera. No sé lo que pasará en un futuro. No sé si nos perderemos por el camino. No sé si el camino llegará a encontrarnos de nuevo. Yo solo sé que siempre va a tener mi respeto. - Eso te honra. No te voy a hacer más por este tránsito. Cámbiate, disfruta, baila y bebe. Te quiero. - Gracias chicos. - Gracias. Este tema es en exclusiva
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