Mayte Zaldívar habla sobre el estado de salud de Julián Muñoz

Ficha técnica


Fecha 30/03/2024
Parte 1
Duración 00:07:09
Sonido Totales
Edición Editado
Localización Marbella
Firma Europa Press

Mayte Zaldívar da la última hora del estado de salud de Julián Muñoz: "a ratos está bien y a ratos, pues, no está muy bien". "Está igual. Bueno, con las mismas pautas que en el hospital, aunque está fuera del hospital, hemos pedido que lo diese en el alta, porque así está más tranquilo". En cuanto a su día a día ha confesado que se encarga de cocinar para Julián: "todos los días come la comida que hago yo". Y ha dado más detalles sobre el plato preferido de Julián: "le gusta todo. La tortilla sin cebolla". Mayte reconoce que Julián "no quiere hablar con nadie, simplemente está recibiendo las visitas de su familia". Sobre las de amigos y otros allegados, la exmujer de Muñoz ha dicho que "se cuentan los amigos" ya que "es un enfermo de alto riesgo ahora mismo, también, y tampoco queremos arriesgarle. Queremos que esté tranquilo, que esté feliz dentro de lo que cabe". Ha dejado claro que "esperanza, la que dios quiera. La ciencia ya está puesta". Sobre su actitud y sus cuidados, Mayte ha hecho hincapié en que hicieron "borrón y cuenta nueva hace mucho". Mayte niega haber cerrado su negocio para dedicarse a cuidar a su exmarido: "la vida sigue y sí tenemos que seguir trabajando". "Gracias a dios somos muchos y nos podemos ir turnando todo eso, y nos peleamos por quedarnos con él". Sobre sus hijas, Eloísa y Elia, Mayte Zaldívar ha dicho que no tienen nada que agradecerle: "yo soy su madre. Y una de las partes muy grande, muy grande, muy grande que estoy haciendo es por mis hijas. La felicidad de mis hijas es la mía". Además ha comentado que para ellas es un momento "muy duro": "mis hijas nunca dejaron de ser hijas. Y sufrieron muchísimo, mucho. Supieron perdonarle y estar ahí junto a él". Total Mayte Zaldívar: - Bueno, Maite, lo primero, te queremos agradecer que nos hayas atendido aquí, en tu restaurante, que es maravilloso, se come muy bien, hemos comido muy bien. - Gracias, no quería haceros esperar más, ya he terminado el servicio y bueno, aquí estoy. - Bueno, cuéntanos, ¿cómo se encuentra Julián? ¿Qué evolución tiene? - Evolución, evolución, está igual, todo está igual. Está igual. Bueno, con las mismas pautas que en el hospital, aunque está fuera del hospital, hemos pedido que lo diese en el alta, porque así está más tranquilo. - ¿Puede recibir visitas? - No, no queremos con él, ni él quiere hablar con nadie, o sea, no quiere hablar con nadie. O sea, simplemente, o sea, no quiere hablar con él, simplemente está, bueno, recibiendo las visitas de su familia, evidentemente - Pero ¿de amigos? - No, amigos, muy poquitos, se cuentan, se cuentan los amigos, se cuentan, muy poquitos, en muy poquito rato, es un enfermo de alto riesgo ahora mismo, también, y tampoco queremos arriesgarle. Queremos que esté tranquilo, que esté feliz dentro de lo que cabe, y sobre todo, que no tenga... - ¿Él está recibiendo el tratamiento médico, claro, en casa?. - Él está recibiendo todo en casa, igual que si estuviese en un hospital, exactamente. - ¿Y cómo está reaccionando al tratamiento? - Está reaccionando, los médicos le visitan y, bueno. - ¿Y los médicos qué dicen? - Los médicos qué te van a decir. - No, si os dan esperanzas, me refiero. - Esperanza, la que Dios quiera. La que Dios quiera. La ciencia ya está puesta. Bueno, pero sí que está acompañado de toda su familia, que al final, para una persona así, es lo más importante. - ¿Y él cómo está de ánimos en este día a día difícil también para él? ¿Él es consciente? - Sí, a ratos está bien y a ratos, pues, no está muy bien. - ¿Y la familia qué le quiere transmitir? - Sí, sí, conoce perfectamente, sobre todo a mí. - ¿Sí? - Sí. - ¿Y qué te dice Julián? - Hay muchas cosas que no voy a contar. - Pero sabe perfectamente quién eres y todo. - Perfectamente. Quién soy, quién he sido y quién seré. - O sea, que él valora la importancia de tu figura y tu papel a lo largo de su vida, ¿no? - Y sus hijas también, por supuesto. Sus hijas son lo primero que quiero. - Y sus nietos también están con él, ¿verdad? - Siempre, por supuesto. Ahora mismo están los cuatro con él. - ¿Y tú qué mensaje le das a Julia Muñoz? ¿Qué es lo que te apetece a ti decir que tenga él claro sobre todo?. - Ya sé, lo he dicho todo. Ya sé. - ¿Has hablado con él estos últimos días? Esta mañana. - Desde cuándo no le ves. - Estoy con él. - ¿Todo el tiempo que puedas estar con él cuando no estás aquí? - Todo el tiempo que pueda. Todo el tiempo que pueda robar algo laboral, me paso. - Al final por tus hijas también, ¿no? ¿De qué habláis? ¿Un poco contentas? - De muchas cosas. - ¿De la vida? ¿Pasa muchas cosas por la cabeza de uno? - De muchas cosas. De un tiempo que no hablamos, porque no nos apetece hablar a ninguno de los dos. Y de lo demás, de todo. - O sea, que ya borrón y cuenta nueva de todo, ¿verdad? - Hicimos borrón y cuenta nueva hace mucho. - Ya no está ni el papel. - Sí, fíjate. - ¿Y eso te honra, que ya has hecho borrón y cuenta nueva? - Bueno, yo lo hago porque me sale del corazón y porque yo quiero. No estoy obligada a nada, ni lo hago para nada. - Pero dice mucho de ti. - Sí. - ¿Él está muy arrepentido de su pasado? - Él ya lo dijo muchas veces. De un tiempo, nada más. - De su pasado entero, ¿no?. - No, hombre, no. Del pasado de una persona. De un tiempo, sí, sí. Pero ya lo dijo. Todo eso ya lo ha contado él. No tengo yo que contar nada. - O sea, que hoy es un Jueves Santo bastante diferente a otros. - Bueno, pero estaremos juntos. No salen las procesiones, pero si no, la televisión lo da todo. - Maite se ha comentado que ha cerrado tu local para poder, pero al final estás aquí. - No, en ningún momento. No, porque la vida sigue y sí tenemos que seguir trabajando. Aunque piensen lo contrario, hay que trabajar. - Es que creo que se ha comentado que se había cerrado el local porque tú te dedicabas exclusivamente a cuidar a Julián - Gracias a Dios somos muchos y nos podemos ir turnando todo eso, y nos peleamos por quedarnos con él, con que... - Y en tus ratos libres sí que vas a estar con él. - Siempre, si no los tengo libres, me los dejo libres para estar con él. - Yo creo que cuando tú no estás a su lado, él te echa de menos, ¿no? - Y dice, ¿dónde está mi madre? Echa de menos a todo el mundo, los enfermos son muy mimosos, ¿eh? Se vuelven muy egoístas. - ¿A quién os dice que echa de menos? ¿Os dice algo? - No echa de menos a nadie porque nos tiene a todos. No, pero como hace un momento comentabas que hay una parte muy mínima de amigos... Sí, pero bueno, es que él es un paciente de riesgo. Tampoco puede estar con todo el mundo y hay que cuidarlo. - ¿Pero él tiene muchos amigos o muchos se han quedado por el camino? - Él tiene muchos amigos, gracias a Dios. Muchos. Y en ese momento yo no pensaba que tenía tantos. - O sea que recibe muchas llamadas. Mucha gente preocupada por él, ¿no? - Mucha gente, los teléfonos, todo funciona, todos lo quieren. No son solamente enemigos los que tiene. - No, es que además es una persona que ha estado muy pendiente además de sus amistades y de su familia a lo largo del tiempo. - Sí, ha cuidado de sus amistades, ha cuidado de todo. - Falló como marido, pero bueno. - Bueno, pero eso ya se ha solucionado y borrón y cuenta nueva. - Bueno, fíjate, ya ni te acuerdas. A veces fallan los maridos, pero luego lo que se queda y lo que se conserva es una amistad mucho más importante, ¿no? - Bueno, se conservan muchas más cosas que una amistad. - Oye, ¿cuáles son los principales valores que para ti tiene Julián Muñoz? - Innumerables. - Pero lo que más destacaría es que mucha gente de repente no habla de ese valor que tiene Julián. - No lo sé, pero eso lo habla la gente que no le conoce. - Claro. - La gente que le conocemos no podemos hablar de eso. - Maite, ¿y tus hijas te lo han agradecido? - Mis hijas no tienen nada que agradecerme. Yo soy su madre. Y una de las partes muy grande, muy grande, muy grande que estoy haciendo es por mis hijas. Por supuesto. - Me imagino que te han dicho, 'gracias mamá por cuidarlo'. - La felicidad de mis hijas es la mía. - Claro, y para ellas también tiene que estar siendo duro también esto, ¿no? - Muy duro, muy duro, muy duro. Mis hijas nunca dejaron de ser hijas. Y sufrieron muchísimo, mucho. Y ahora tienen a su padre y le quieren muchísimo, porque además supieron perdonarle y estar ahí junto a él. Las hijas ya no se acuerdan de nada. En esta familia tenemos una mente selectiva. Lo malo lo dejamos fuera. - ¡Qué envidia! - Bueno, envidiar cada familia no. No somos especiales. Somos una familia más y ya está. Bueno, muy bonita. - Oye, te queremos agradecer, Maite. - Gracias a vosotros, chicos. Y vamos a cortar, que tengo que seguir fregando platos. - Bueno, hemos probado dos platos ricos. ¿Julián te pide algún plato especial que le hagas a él? - Todos los días come la comida que hago yo. - Ah, ¿todos los días le cocinas? - Sí. - ¿Y qué es el plato que más le gusta a Julián? - Le gusta todo. La tortilla sin cebolla. - ¿Sí? - Porque me cabrea. - ¿Ah, sí? ¿Por qué? - Porque a mí me gusta hacerla con cebolla. - Y él te la pide sin cebolla y se la haces. - Pero se la come con cebolla. - Oye, ¿y las costillas de cerdo tan ricas que he probado hoy? ¿Eso le gusta también? - A mí me gusta. Tiene buena boca. - ¿Tiene buena boca? - Un castellano sabe comer bien. - Bueno, es verdad que él es de Castilla y León. - Del Arenal, Ávila. - Oye, Maite, muchísimas gracias por atendernos, de verdad. - Gracias. - Un beso muy fuerte. - A vosotros. - Mucho ánimo. Imágenes de Mayte Zaldívar en el interior de su negocio.

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