Ficha técnica
Mario Vargas Llosa inaugura el II Festival Literario Escribidores de América y de Europa, en Málaga. El escritor, visiblemente serio, a su llegada, evita fotografiarse con algunos seguidores que requieren su atención, pese a que han hecho cola para verle durante horas. Pese al intento de los seguidores del premio nobel, las personas de la organización que le acompañan evitan que tengan contacto con Mario, aparentemente, con el fin de agilizar la entrada del Premio Nóbel. El literato peruano guarda silencio ante la pregunta que un periodista le lanza: "¿cómo se encuentra?". Cambia radicalmente de actitud cuando se reúne con las autoridades, en especial con el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre. Ahora posa en photocall simpático, sonriente, extrovertido y gesticulando. Su hijo, Álvaro le acompaña y le dice en el oído que baje el sonido del móvil para que no le suene durante la conferencia. Imágenes de una larga cola de personas esperando al escritor (es de día y cuando llega Vargas Llosa ya ha caído la noche). Imágenes de Vargas Llosa bajando del coche. Muchas personas quieren saludar al escritor. Se juntan con los periodistas y las personas de la organización. El premio Nobel está serio y parece que un poco malhumorado Se acerca un hombre a decirle algo y dice "No, no, no". Al mismo tiempo se escucha a una mujer hablando con alguien de la organización "Quiero hacerme una foto con él, llevamos aquí desde las cuatro esperando, cariño Es que la quiero ahora, por favor Mario". El escritor no mira a la mujer y camina hacia adelante señalando con la mano recta, indicando que va hacia la entrada sin detenerse. Imágenes de la entrada del premio Nobel: - Don Mario, ¿Cómo se encuentra? - ... Imágenes del premio Nobel encontrándose con las autoridades viceconsejera, Ana Corredera y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. Fue al verles frente al photocall, a ellos dos y otras autoridades, que le cambia el semblante. A la viceconsejera le da la mano pero al alcalde le da un abrazo y le dice "Gusto, gusto verle". Conversan un poco y posteriormente saluda a otras personas Su hijo Álvaro se acerca y le dice al oído que silencie el teléfono para que no le suene durante la conferencia. Le acompaña hasta el photocall del interior. Aquí el premio Nobel está simpático, extrovertido, conversa y gesticula con una enorme sonrisa.
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