Ficha técnica
Juan Echanove reconoce que pude ayudar más a su hijo dedicándose a la cocina que a la profesión de actor: “Creo que puedo ayudar más a mi hijo siendo cocinero que si hubiera sido actor, creo que le puedo dar mejores consejos, pero sobre mi profesión no creo que pueda aconsejar a nadie nada porque es todo tan casual, incide tanto la capacidad de trabajo pero también el golpe de suerte”. Orgulloso del camino que ha elegido su hijo, Juan asegura que comparten mucho tiempo juntos: “Vive su vida con su novia y cuando nos vemos cocinamos. En vez de ponernos a ver un partido de fútbol como hacíamos antes, ahora cocinamos. Una de las cosas buenas de la mascarilla es que no me ves que se me cae la baba”. Sobre que significa ‘La fiesta del chivo’ en su vida, Juan explica: “A mí ‘La fiesta del chivo’ me parece un montaje que en estos momentos es lo más importante del mundo. Cuando termine de hacerlo, vendrán otros proyectos que deberán desplazar ‘La fiesta del chivo’. Irá a un lugar muy destacado de mi carrera profesional, siempre ligaré la fiesta del chivo a este momento que estamos viviendo”. En cuanto a qué se le pasa por la cabeza cuando ve al público con mascarilla en estos momentos, reconoce: “Yo estoy educado en el acontecimiento de que el teatro tiene una cuarta pared, ese es el hábitat donde yo hago mi trabajo. A veces la dramaturgia de un espectáculo te hace dirigirte a los espectadores de alguna manera, pero digamos que mi manera de entender el teatro tiene mucho que ver con la cuarta pared y menos con la proyección directa hacia los espectadores”. Con una larga carrera como actor, Juan reconoce la importancia de la cultura: “Cuando hemos dicho que la cultura es un bien de primera necesidad es que es verdad. No creo que sea necesario para el 100% de la población como no creo que sea necesario nada, pero hay muchísima gente de este país que necesita alimentarse en sus vidas espiritualmente de todo lo que le aporta la cultura. Eso no se puede cortar”. Entrevista Juan Echanove: - Me alegra verle, parece que la vida continúa. - Sí, yo nunca en mi vida había hecho tres temporadas seguidas en un año, en Madrid. Si me hubieras preguntado si yo pensaba después de haber estado aquí cinco meses y cerrar en marzo, podía volver te hubiera dicho que no. Muy pocas probabilidades y ahora ya si te digo la verdad no descarto incluso volver otra. Este espectáculo tiene una muy buena relación con este teatro, nació aquí, ahora cada vez que vuelve realmente vuelve a casa, las sensaciones que tenemos son estupendas. - ¿Qué tiene la fiesta del Chivo? - Creo que conmueve, me tengo que fiar por la reacción en la sala y por la reacción de espectadores que en un momento dado se acercan para dar su opinión. Sintetizando diría que es una obra que conmueve, que realmente impacta, que reconoce todo el mundo como muy dura pero que agradece enormemente haber venido y haberlo visto. Todas las reflexiones las hace la gente y también las hizo Vargas Llosa en su momento, esa pérdida de dignidad para estar cercano al poder. Al hacerlo en el teatro de esa manera mucho más tangible por parte de los espectadores… el mal leído no es lo mismo que el mal vivido. Todo hace que el espectador se sienta metido dentro de esa situación y ya luego ellos tomen sus propias decisiones sobre lo que han visto, eso es lo que hace es que no solamente en Madrid, sino en otros teatros por donde estamos girando, es fantástico. Hay una ovación final como yo pocas veces he sentido, es muy sencillo, solamente en eso, somos una actriz y cinco actores que aplicamos lo mejor de lo que sabemos hacer en el escenario, todos llevamos haciendo teatro miles de años, sobre todo yo y todo eso lo aplicamos a La Fiesta del Chivo. Somos tremendamente conscientes de que es un privilegio tener una función en la que puedas entrar a Madrid o poder hacer una gira, me encuentro con unas ganas de escenario… me quedan un par de días antes de levantar el telón y ya casi voy a venir a ver cómo hacen el montaje. - Usted está de gira, se mueve por España. ¿La gente tiene ganas de teatro? - Cuando hemos dicho que la cultura es un bien de primera necesidad es que es verdad. No creo que sea necesario para el 100% de la población como no creo que sea necesario nada, pero hay muchísima gente de este país que necesita alimentarse en sus vidas espiritualmente de todo lo que le aporta la cultura. Eso no se puede cortar. Los espectadores muchas veces venimos de experiencias en las que hemos tenido que hacer doble función dos días seguidos porque había necesidad de gente que quería ver la función. El público está teniendo un comportamiento ejemplar en todo esto. - Cuando se sube al escenario y ve a la gente con la mascarilla, ¿Qué se le pasa por la cabeza? - Yo estoy educado en el acontecimiento de que el teatro tiene una cuarta pared, ese es el hábitat donde yo hago mi trabajo. A veces la dramaturgia de un espectáculo te hace dirigirte a los espectadores de alguna manera, pero digamos que mi manera de entender el teatro tiene mucho que ver con la cuarta pared y menos con la proyección directa hacia los espectadores. Es muy difícil que yo sienta algo por la forma de ese público, también es verdad que es impactante ver que un teatro donde normalmente siempre está lleno, ves que tiene un aforo de 150 personas. He visto muchos espectáculos que meter 150 personas ha sido imposible, no depende tanto del aforo como de la calidad de ese público, realmente notas el agradecimiento de esa gente al terminar la función. - Hemos hablado de una tercera, pero ola, pero cuarta o quinta. - No lo sé, yo ahora mismo hacer cálculos que tengan más que ver con una semana, es una frivolidad. No tengo ni idea. Lo que hay que estar es preparado para lo que venga. - ¿Qué es la Fiesta del Chivo para vosotros? - A mí la Fiesta del Chivo me parece un montaje que en estos momentos es lo más importante del mundo. Cuando termine de hacerlo, vendrán otros proyectos que deberán desplazar la Fiesta del Chivo. Irá a un lugar muy destacado de mi carrera profesional, siempre ligaré La Fiesta del Chivo a este momento que estamos viviendo. Yo nunca hubiera soñado trabajar con unos compañeros de la calidad profesional de los cinco de mis compañeros. Son gente a la que yo siempre he respetado y he admirado muchísimo. En una situación tan complicada como esta, nos hemos demostrado que tenemos una calidad humana a la altura de la profesional ye so es muy bonito. - Se ha hecho más piña. - Sin duda. Yo no digo que otras veces la convivencia pueda ser más seca, todos tenemos nuestro trabajo y familia, pero ahora entre nosotros hay un nivel de sentido del humor y de entender que esto lo vamos a sacar entre todos que hace que cada vez que se levanta el telón para nosotros es una felicitación. Somos muy conscientes de que estamos haciendo algo que es una excepción porque todavía la norma general es que nuestro sector se mueve con enorme dificultad. - Vamos a tener una sorpresa o algo. - No, vamos a hacer la misma función, normalmente nosotros variamos matices pero que no son apreciable por parte de los espectadores, vamos a matices de intención y barnizado final de la función que para nosotros son muy importante descubrirlos, probarlos, pero que en realidad el espectador no lo percibe. - Lo que sí que vamos es a disfrutar. - Desde luego que sí, me están sobrando estos dos días de descanso, tengo ganas de hacerlo. - Por curiosidad, cuando su hijo le dice ‘no quiero ser actor, quiero ser cocinero’ qué siente. - Yo el otro día incluso estaba pensando, mi hijo que ya es un hombre que vive de su trabajo, de la cocina, cuanto mejor cocina mi hijo, yo tengo menos intención de cocinar bien. Me limito a hacer cosas de subsistencia, pero estoy fascinado por su manera de cocinar. - ¿Tú le ayudas, le aconsejas? - Él es más crítico sobre él mismo que yo, incluso cuando cocinamos juntos me encanta ser su ayudante y picarle cebolla, lo que me pida, lo que me apetece es observarlo, la seguridad que va adquiriendo en la cocina, la pasión que le pone. Creo que puedo ayudar más a mi hijo siendo cocinero que si hubiera sido actor, creo que le puedo dar mejores consejos, pero sobre mi profesión no creo que pueda aconsejar a nadie nada porque es todo tan casual, incide tanto la capacidad de trabajo pero también el golpe de suerte. Son cosas que no controlas. Creo que el tío lo va a sacar adelante, va muy bien encaminado. - Habláis más mientras cocináis. - Si, además ahora vive solo, vive su vida con su novia y cuando nos vemos cocinamos. En vez de ponernos a ver un partido de fútbol como hacíamos antes, ahora cocinamos. Una de las cosas buenas de la mascarilla es que no me ves que se me cae la baba. Este tema es en exclusiva
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