Ficha técnica
Eugenia Martínez de Irujo responde a su hermano Cayetano quién no entendía su ausencia en el funeral por la Duquesa de Alba: "motivo ninguno. Lo digo todos los años, por favor, espero que sea la última vez, porque me veo repitiendo esto hasta el día que me muera. Fui al funeral de mi madre, como es lógico, el año que murió, pero yo llevo a mi madre en el corazón, la tengo presente diariamente, para mí mi madre está conmigo siempre, entonces a mí no me hace falta ir a misa para recordarla", "Vas a una, por supuesto, el día que se fue, desgraciadamente, punto y fin. Es que eso, oye, yo respeto a la gente que va a misa todos los años y tal, lo respeto, pero también que me respeten a mí, que a mí no me hace falta misas para recordar a mi madre. Que es que yo tengo a mi madre siempre en mi corazón, que es lo importante, a mí las misas ni me van ni me vienen, lo siento en el alma, pero vamos, es que no hay más". La Duquesa de Montoro asegura que entiende la postura de su hermano pero que él debe respetar la suya: "igual que yo respeto la suya, pues obviamente tiene que respetar la mía, ¿tú ves normal que vaya a ver una misa todos los años? Oye, yo recuerdo a mi madre diariamente, pero no me hace falta ir a misa para recordarla". Eugenia desconoce el frío encuentro de sus hermanos Carlos y Cayetano en la misa: "¿Ah, sí? Bueno, no sé, no tengo ni idea, es que yo no he visto nada. Yo estaba aquí". La hija de la Duquesa de Alba confiesa que con Cayetano es con el hermano que peor relación tiene pero espera recuperarla pronto: "de todos mis hermanos, que los adoro a todos, es con el único que tengo un poco de distancia, pero bueno, más pronto que tarde se va a arreglar" y niega que tenga recelos de él por haber sido el elegido por su madre: "Ah no, por mi parte, desde luego, no". Eugenia insiste en que ella recuerda a su madre todos los días: "como veréis, recuerdo a mi madre todo el rato, en redes sociales, hablo muchísimo con mis amigas, nos acordamos de miles de anécdotas, o sea, es que mi madre siempre está conmigo. ¿Qué más me da ir a misa?". Este tema es en exclusiva Total Eugenia Martínez de Irujo: - Eugenia, buenos días, - Hola, buenos días - Bueno preguntarte, te echamos mucho de menos en el décimo aniversario de la misa funeral, en memoria de Doña Cayetana de Alba, cuéntanos un poquito cuál fue el motivo por el que no fuiste - No, motivo, mira, motivo ninguno. Lo digo todos los años, por favor, espero que sea la última vez, porque me veo repitiendo esto hasta el día que me muera. Fui al funeral de mi madre, como es lógico, el año que murió, pero yo llevo a mi madre en el corazón, la tengo presente diariamente, para mí mi madre está conmigo siempre, entonces a mí no me hace falta ir a misa para recordarla, ¿sabes? - Además vimos que... - Vas a una, por supuesto, el día que se fue, desgraciadamente, punto y fin. Es que eso, oye, yo respeto a la gente que va a misa todos los años y tal, lo respeto, pero también que me respeten a mí, que a mí no me hace falta misas para recordar a mi madre. Que es que yo tengo a mi madre siempre en mi corazón, que es lo importante, a mí las misas ni me van ni me vienen, lo siento en el alma, pero vamos, es que no hay más. - Tu hermano Cayetano decía que de alguna manera él respetaba tu decisión, aunque no lo entendía, decía, bueno, es que ella toma decisiones... - No, bueno, pues es que igual que yo respeto la suya, pues obviamente tiene que respetar la mía, ¿tú ves normal que vaya a ver una misa todos los años? Oye, yo recuerdo a mi madre diariamente, pero no me hace falta ir a misa para recordarla, o sea... - De alguna forma él decía que a tu padre sí que se le hizo una misa anualmente a la que asistíais todos los hijos - Bueno, pero eso era en otra época, yo era muy pequeña, no sé, ya tengo capacidad para elegir lo que quiero hacer, ¿no? - Oye, sí que, bueno, nos sorprendió, nos alegró de alguna forma la presencia de tu hermano Carlos - Sí - Quizás fue un poco frío el encuentro, pero... - (Eugenia ve a una señora y le pregunta "¿Otra periodista?" - SEÑORA: No - Ah, vale, vale (ríe) - SEÑORA: Por favor, ¿no podéis hacer una foto? Ay, perdonad, - Eugenia: No, nada, nada, hija - Vimos a tu hermano Carlos, nos pareció un poco el encuentro un poco frío - ¿Por qué? - Se dieron la mano y enseguida tu hermano Carlos pasó adentro - ¿Ah, sí? Bueno, no sé, no tengo ni idea, es que yo no he visto nada. Yo estaba aquí. Yo además, como veréis, recuerdo a mi madre todo el rato, en redes sociales, hablo muchísimo con mis amigas, nos acordamos de miles de anécdotas, o sea, es que mi madre siempre está conmigo. ¿Qué más me da ir a misa? O sea, te quiero decir, ¿sabes? - ¿La relación con Cayetano en este momento, entre tú y él, cómo está? - Pues mira, de todos mis hermanos, que los adoro a todos, es con el único que tengo un poco de distancia, pero bueno, más pronto que tarde se va a arreglar. - Sí, ¿no? - Sí, así que... - Él asegura que, bueno, que el enfado que tiene con tus hermanos viene porque fue elegido por tu madre, que... - Ah no, por mi parte, desde luego, no. - No viene por ahí, ¿no? - Para nada. - Oye, bueno, entonces nos alegra mucho, ¿en Navidad quizás sea el momento del acercamiento? - Ay mira, no me hables de Navidad, que pereza todavía. - Oye, muchísimas gracias. Adiós. Imágenes de Eugenia Martínez de Irujo caminando por la calle y entrando a un local. Imágenes de Eugenia Martínez de Irujo atendiendo a una señora que quiere hacerse una fotografía con ella. Este tema es en exclusiva
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