Ficha técnica
Paz Padilla recuerda lo importante que ha sido que María Teresa Campos estuviera acompañada hasta el último minuto: "Yo creo que cuando haces las cosas y es donde tienes que estar, tu conciencia está tranquila. La otra persona también se va más tranquila y se va rodeada de amor y sabiendo que lo que deja, lo deja todo bien hecho y hay que soltar" "Es que esas hijas son muy afortunadas por haber tenido esa madre, esa escuela". Se alegra de que la comunicadora recibiera tantas muestras de amor: "que te recuerden de esta manera y dejar este legado profesional. Fue una mujer muy empoderada. Ahora hablamos del amor empoderada pero es que empoderada era ella hace muchos años" "Creo que aquí no hay competencia ni hay cadenas ni hay nada. Hay un ser humano que se despide, que se va y una familia que hay que arropar, llena de amor". Valora el acompañamiento a los mayores: "la edad es lo que tiene y por eso hay que seguir queriendo a nuestros seres queridos cuando cumplen años porque es una gran escuela. Y ahí está. Hoy estaba el tanatorio lleno de amor". Total Paz Padilla: - Momentos delicados. - Toda la vida, es la vida, es la vida. - Pregunta muy típica: ¿cómo era ella? - Mira, yo aparte de la parte profesional, que todo el mundo lo ha dicho ya y todo el mundo lo sabe, había una persona muy humana que yo tuve la suerte de conocer en sus últimos años profesional, que coincidí con ella. Una señora muy sabia, con una conversación maravillosa. Cuando estábamos en el plató, yo aprovechaba publicidad y siempre estaba con ella. Cuando dejamos de trabajar, seguíamos hablando por teléfono. Me gustaba mucho ver su visión de la vida, su visión de la profesión. Era una sabia entonces, la edad es lo que tiene y por eso hay que seguir queriendo a nuestros seres queridos cuando cumplen años porque es una gran escuela. Y ahí está. Hoy estaba el tanatorio lleno de amor. - Destacar que al final, hoy hemos visto aquí tanto amor porque son los medios de comunicación, la competencia, lo típico, pero qué de amor y qué de cariño a pesar de eso, de distintas cadenas y todo. - Creo que aquí no hay competencia ni hay cadenas ni hay nada. Hay un ser humano que se despide, que se va y una familia que hay que arropar, llena de amor y yo creo que María Teresa yo se lo decía a su hija, digo: bueno, ha tenido una vida completa, un proyecto de vida completo, se va rodeada de amor y con agradecimiento, que es la mejor manera que todo ser humano podemos o deberíamos irnos. Lo que pasa que como yo digo muchas veces: todos nos vamos a ir y solamente que ellos se nos han adelantando. La mejor manera de hacerlo es como ella se ha ido: con el amor, reconocimiento el aplauso del público. Un día muy bonito para recordar. Yo he visto el Twitter, he visto muchas cosas y digo: qué bonito, ¿no? que rite y que te recuerden de esta manera y dejar este legado profesional. Fue una mujer muy empoderada. Ahora hablamos del amor empoderada pero es que empoderada era ella hace muchos años. - Por algo será. El cariño lo hemos visto aquí. Está claro que uno recoge- - Lo que siembra. Como yo digo, no puedes recoger zanahorias y sembrar patatas. Eso es así y ella es una mujer muy sabia, muy coqueta, muy femenina. - Eso nos han dicho. - Muy, era increíble. Yo cuando terminábamos y estábamos en publicidad decía: María Teresa, es que no te falta un detalle. Ella, sus uñas verdes, tacones verdes, su reloj, todo a juego. Una especie de Terelu, que Terelu también es así pero yo creo que ha tenido la buena escuela de la madre. Es que esas hijas son muy afortunadas por haber tenido esa madre, esa escuela. - Y qué bien lo han hecho ellas también al final porque sabemos la salud, degenerativa, pero ellas lo han hecho muy bien. - Yo creo que cuando haces las cosas y es donde tienes que estar, tu conciencia está tranquila. La otra persona también se va más tranquila y se va rodeada de amor y sabiendo que lo que deja, lo deja todo bien hecho y hay que soltar. - Ha sido tranquilo. - No lo sé porque yo no estaba en ese momento con ella pero por lo que he hablado con Terelu, sí. eso es lo que nos han trasmitido ellas a todos. Era su momento y ya está, si es que esta es la vida. - La vida continua, ahora hay que arropar y las hijas tienen que seguir. - Recordarla con amor y con agradecimiento y que suerte. - Y qué buenas imágenes tenemos. - Qué suerte he tenido de poder conocerla personalmente y trabajar con ella. - Nos quedamos con eso, Paz. Muy amable, siempre. - Gracias, os quiero.
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