Ficha técnica
Ana Obregón, muy sonriente, confirma que ha hecho las paces con Alessandro Lequio: "Siempre ha habido buen rollo". La actriz abandonaba Sevilla junto a su representante, Susana Uribarri, tras haber atendido sus compromisos laborales en la capital andaluza afirmando que la relación con el padre de su hijo "siempre ha ido bien". En cuanto a si Lequio conocerá por fin a su nieta Ana Sandra, Ana Obregón se muestra esquiva: "¡Y dale que te pego!". Sobre si ha entregado una copia de su libro al colaborador de televisión: "Todos tienen la copia. Tú también, todos". Riéndose y mostrándose algo perdida dentro de la estación de AVE, la bióloga se chocaba hasta en dos ocasiones con personas que esperaban su tren mientras que confesaba estar despistada: "Llevo sin dormir tres meses Me preguntáis muchas cosas y voy arrasando". La Obregón asegura que, a pesar de todo, no ha perdido su sentido del humor: "El sentido del humor no se pierde nunca". Antes de coger el tren, Ana aprovechaba para tomarse un café y conversar con su íntima amiga Susana, con la que se mostraba de lo más confidente. Además, la actriz no ha dudado en hacerse una fotografía con una seguidora que se ha acercado hasta su mesa. Total Ana Obregón: - Hola, Ana, ¡qué guapa! Qué feliz te vemos. - Hola. - Muy feliz, ¿no? - Venimos de veinticuatro horas de trabajo. - Trabajando todo el día, pero muy feliz con los resultados del libro, ¿no? - Muy feliz con todo, la verdad. - Con la peque, con el libro y una etapa de tu vida maravillosa. - Sí. Vamos a tomar un cafetito. Segundo total Ana Obregón - Ana, ¿qué tal? - Muy bien. - ¿Qué tal por Sevilla? - Pues muy bien, hemos estado trabajando y nada, veinticuatro horas. - ¿Sí? ¿Con tu amigo Bertín? - Es que no te puedo decir nada. - No me digas, si se va a saber todo. - Pues cuando se sepa, que se sepa, pero A ver, tren a Madrid que no lo puedo perder que me espera mi niña. Todo va para adelante. - Qué bien que todo vaya mejor con Alessandro Lequio. - Siempre ha ido bien. - Buen rollo. - Siempre ha habido buen rollo. - Tenéis un pacto de no agresión, ¿no? - (Se choca con un hombre y le pide perdón) - Ana, es lo que hubiera querido Aless, ¿verdad? Que os llevarais bien. - Siempre lo he dicho. - ¿Irá Lequio al bautizo? - (Busca la vía) Me estáis liando y voy a perder el tren que tengo que ir a ver a Anita. - ¿Irá al bautizo? - () - ¿Estás preparando ya el bautizo en Madrid? ¿Irá Lequio? - Llevo sin dormir tres meses Me preguntáis muchas cosas y voy arrasando. - ¿Ahora qué habéis hecho las paces irá a conocer a su nieta? - (...) - Tú tienes las puertas abiertas para él, ¿verdad? - Oye, me machacáis a preguntas. - Es que no contestas a ninguna. - Claro que no contesto. No contesto porque no hay nada que contestar. - ¿Irá Lequio a ver a la niña ya? - Espérate que busque el billete. No puedo llegar tarde que me está esperando Anita para darle el bañito. - Importante que no pierdas el sentido del humor. - El sentido del humor no se pierde nunca. - La niña, ¿cómo está? ¿Bien y guapísima? - (Se pone a hablar en inglés con un turista). - Ana, simplemente, ¿irá Lequio a conocer a la niña ya? - ¡Y dale qué te pego! - Todavía no la conoce, ¿no? - Que me dejen pasar que me están haciendo un examen de consciencia. - Hombre, ya que habéis mejorado un poquito la relación. - ¿Has comprado el libro? - Dos copias. - Muy bien. Lo importante es que compréis el libro, 'El chico de las musarañas', que todo va a la fundación de mi hijo y eso es lo importante. - ¿Alessandro tiene su copia también? - Todos tienen la copia. Tú también, todos. Bueno, gracias. Imágenes de Ana Obregón llegando a la estación de Sevilla junto a Susana Uribarri. Imágenes de Ana Obregón y Susana Uribarri tomando un café en la estación de Sevilla. Imágenes de Ana Obregón y Susana Uribarri dentro de la estación de Sevilla.
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