Ficha técnica
Pelayo Díaz pide a la prensa que se deje de hablar de la separación de Tamara Falcó e Íñigo Onieva por el bien del empresario: "quitémosle hierro y dejemos de hablar. Pobre Íñigo, ahora me da pena. No ha matado a nadie". Comenta que él sí le perdonaría y opina que deberían volver juntos: "lo perdonaría. No me parece para tanto un beso" "que se lo vuelva a poner, que se vuelva a poner a Íñigo en la oreja. A támara no le recomiendo nada, estoy el tema cansadísima". Pelayo Díaz defiende que se puede tener una buena relación con una expareja, poniendo como ejemplo a Andy Mcdougall: "al final, yo no sé si es que he tenido muchísima suerte en mi vida con todas mis parejas, todos han sido unos súper caballeros, he aprendido un montón y me niego a pensar que alguien con el que he estado tan de cerca, que han sido joyas para mí, que hemos aprendido tanto, que cuando se acaba una relación no tienes por qué perder a esa persona" "las personas y las joyas a veces las encuentras, las pierdes, vuelven a aparecer, te cansas de una joya y la transformas en un anillo. Creo que tampoco hay que aferrarse mucho ni a joyas ni a personas". Se encuentra en un momento de su vida en el que ha apostado de nuevo por el amor: "el tema sentimental la verdad que muy bien. Ya sabéis que estoy conociendo a un chico y con Andy súper bien". Aunque reivindica la importancia de valorarse por encima de todo y de mantenerse como su prioridad: "creo que soy yo la persona más importante de mi vida. Creo que ya estoy cansado de darle a los demás el lugar, ponerme a mí después. Creo que todos los que estamos aquí debemos saber lo que valemos, los quilates que valemos, ponernos a nosotros primero y dejar este romanticismo de 'él primero'. El Titanic que salva a la otra no es verdad. Salvémonos nosotros". Total Pelayo Díaz: - Los quilates sino también, por el valor sentimental que pueda tener, si ha sido de tu familia, si ha sido un amuleto, si ha sido algo con lo que has soñado mucho tiempo y porque has trabajado muy duro lo has conseguido. Una joya puede ser incluso una meta conseguida. - ¿Tienes algún amuleto o joya de familia? - Sí, soy amante de las joyas. Tengo una réplica del anillo de compromiso de Lady Di, que me lo dio mi tía cuando di las campanadas. Me lo puse el día de las campanadas. Una réplica del zafiro azul con diamantes alrededor. Lo alargué y me lo pongo en el índice porque si no queda que no pasa nada porque quede femenino. - ¿Cuál es tu complemento perfecto? - Lo que tenga diamantes, me parece divino. - Sencillo. - Sí. - Sabes que estrenamos programa le lunes con Sonsoles Onega. Si ella fuese. - Dale un beso a Sonsoles, ella sí que es un diamante. - Si Sonsoles fuese una joya, ¿qué sería? - Un zafiro, que voy de azul. - ¿Por qué? - Porque tiene mucha fuerza y tiene mucha profundidad. Creo que ella tiene mucho fondo, además. - La joya de tu vida en el terreno sentimental. - Últimamente me he llevado muchos chascos, hubiera dicho alguna que otra persona pero creo que también forma parte de la vida. O sea, las personas y las joyas a veces las encuentras, las pierdes, vuelven a aparecer, te cansas de una joya y la transformas en un anillo. Creo que tampoco hay que aferrarse mucho ni a joyas ni a personas. - ¿Y una persona? - ¿Una persona importante? Creo que soy yo la persona más importante de mi vida. Creo que ya estoy cansado de darle a los demás el lugar, ponerme a mí después. Creo que todos los que estamos aquí debemos saber lo que valemos, los quilates que valemos, ponernos a nosotros primero y dejar este romanticismo de 'él primero'. El Titanic que salva a la otra no es verdad. Salvémonos nosotros. - Has hablado de chascos, no sé si emocionales. ¿En qué momento sentimental estás? - No, el tema sentimental la verdad que muy bien. Ya sabéis que estoy conociendo a un chico y con Andy súper bien. Es más, no sé, no sé ni si quiera por qué lo he compartido. Hay veces que, igual hoy estoy más sensible o diferente y lo he compartido. No es nadie en particular, es como más una sensación que tengo últimamente. Por eso creo que es el momento de ponerme a mí primero, centrarme en mis proyectos que, afortunadamente no me falta trabajo. - ¿Algún proyecto que nos puedas contar? - El más guay que tengo no lo puedo contar y estoy deseando contároslo. Es no, no. Una pista - Tiene que ver con moda. - Obviamente sí. Cuando la pueda contar, que va a ser pronto porque tiene que salir en mayo, creo que va a ser un puntazo. - ¿Se puede ser amigo de un ex? - Por supuesto, sí. Además, yo creo que tendemos a dramatizar todo muchísimo. Al final, yo no sé si es que he tenido muchísima suerte en mi vida con todas mis parejas, todos han sido unos súper caballeros, he aprendido un montón y me niego a pensar que alguien con el que he estado tan de cerca, que han sido joyas para mí, que hemos aprendido tanto, que cuando se acaba una relación no tienes por qué perder a esa persona. Si era un pendiente, lo puedes convertir en un anillo. Si era un novio, pues en amigo. No todo el mundo, no quiero decir que tengamos que coleccionar parejas. - Hablando del novio del momento, que es Íñigo Onieva. ¿Perdonarías algo así? - Estoy del tema vosotros debéis estar del tema hasta las narices. Sinceramente. - ¿Te parece que es para tanto un beso? - Lo perdonaría. No me parece para tanto un beso, ya quitémosle hierro y dejemos de hablar. Pobre Íñigo, ahora me da pena. No ha matado a nadie. - Hablamos de transformar joyas. - Que se lo vuelva a poner, que se vuelva a poner a Íñigo en la oreja. A Támara no le recomiendo nada, estoy el tema cansadísima.
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