Ficha técnica
Asier Etxeandia desvela en quién se ha refugiado en los momentos más difíciles que ha vivido durante su carrera. El actor confiesa que ser hijo único le hace buscar el apoyo en los demás: "Igual porque soy hijo único, busco familia siempre". Recurre a su pareja y a sus amigos siempre que tiene dificultades: "Yo tengo un sentido de comunidad muy importante, no solamente con la pareja, sino con la familia y los amigos". Se considera una persona que dedica mucho tiempo a cuidar de los demás y agradece tener a gente que le cuide a él también: "Yo soy un poco madre, no puedo evitarlo, tengo la casa llena de gente. Me gusta cuidar de la gente en la que creo y quiero, y a mí me cuidan y tengo mucha surte de la gente que, además, casi todos se dedican al mismo medio". Compartir profesión con ellos le ayuda a que sepan empatizar los unos con otros: "Empatizan muchísimo y creo que nos cuidamos. En eso tengo mucha suerte". Confiesa que tiene problemas de autoexigencia por pensar que siempre puede dar más de sí y asegura que es responsabilidad suya: "No, no existe ninguna mano negra, no. Lo que pasa que yo tengo una necesidad de hacer tantas cosas, que siempre me parece poco. No echo la culpa a los demás, tiene que ver siempre con autoexigencia. Luego no, porque de verdad que no paro quieto, pero siempre pienso que podría dar mucho más y que hay mucho más ahí. Digo que es mi responsabilidad, no la de los demás". Asegura que no podría decidir si quedarse con la música o con la interpretación, pues siente que ambas son dos artes por las que puede expresarse: "No me decanto, para mí es lo mismo. Es imposible separarlo porque si tu eres un canal, de alguna forma, toda tu inquietud va a buscar herramientas diferentes para conmover. Yo lo que quiero es contar historias, hacer buenas canciones, ponerlas en escena, que alguien se conmueva" "Son los demás los que intentan etiquetarte para sentir que saben de ti, pero para mí va unido. Yo no voy a cantar si no tengo nada que contar, es lo mismo al revés. Es como un zapatero: tienes que saber hacer chanclas, zapatos y botas, es así". Reivindica que la superproducción del audiovisual no significa que necesariamente se estén cubriendo las necesidades del espectador: "Por mucho que con las plataformas hayamos crecido y nos llega más contenido, funciona lo que se supone que vende o que la gente ve, no significa que sea lo que necesitan o lo que les conmueva más". Apoya que haya cada vez más historias sobre el colectivo, como la que se contará en el documental 'Yoli': "No conocía la historia de Yoli, de esta mujer ciega transexual que no había tenido ningún referente femenino en su vida para saber si quería ser mujer o hombre y así todo sale desde dentro, que es mujer. Para todos los que duden sobre esto, es necesario que se vea este documental". Aunque recuerda que debería no ser necesaria la visibilizarían de algo que ya forma parte de la sociedad en el día a día: "Que es perfecto, que no debería sorprendernos y que no deberían colocarnos en un gueto ya. Ni si quiera deberían ser películas sobre le colectivo, debería estar incorporado, no hacer películas sobre mujeres, sobre gays, es un poco ya pertenece a algo un poco casposo. Lo que está claro es que todos tenemos sentimientos y las historias cuántos más vértices tengan, más interesantes son". Confiesa que no es fan de los magacines de televisión ya que se mueven por modas y por eso siempre prefiere la ficción: "No te puedo seguir demasiado porque no consumo demasiado. Informativos sí, pero no consumo demasiado magazín, no me si lo hago, es casi zapeando. No es algo que me interese, como va cambiando continuamente y tiene que ver con modas". Está encantado en trabajar con 'la caña brothers', con quienes ha encontrado un vínculo muy fuerte por la pasión hacia su profesión: "Empiezo a trabajar más y todo se mercantiliza un poco y echas de menos el motor de por qué haces las cosas. Yo siempre lo he tenido, porque si no tienes eso, realmente no puedes soportar esta profesión. Esto siempre lo digo, que es para flipaos pero dándole mucho peso al flipao. Hay que ser muy trabajador para ser un verdadero flipao". Total a Asier Etxeandia: - Bueno, Asier, buenas noches. Bienvenido al FesTVal de Vitoria. Habéis venido a hablar de la comunidad Imagine. ¿qué significa para ti, como miembro de la comunidad? - Es un sueño cumplido. Hace poco estaba comentando, porque me preguntaban, '¿te había pasado esto alguna vez?' y creo que tenía que ver mucho con mi juventud o con algo que ocurrió en Bilbao en los años noventa, que había un movimiento de teatro off y mucho artista multidisciplinar que se juntaba para crear. Me acuerdo, lo llevo en el corazón, Mina Espacio, que era una sala multidisciplinar con gente que hacía todo desde el artesanal por la necesidad de hacerlo y cómo funcionaba y cómo se hacía. Luego empiezo a moverme, empiezo a trabajar más y todo se mercantiliza un poco y echas de menos el motor de por qué haces las cosas. yo siempre lo he tenido, porque si no tienes eso, realmente no puedes soportar esta profesión. Esto siempre lo digo, que es para flipaos pero dándole mucho peso al flipao. Hay que ser muy trabajador para ser un verdadero flipao. Me encuentro con Alfonso Cortés hace casi diez años ya, prácticamente, y con la Caña Brothers, empiezo a hacer unos proyectos con ellos, empiezo a darme cuenta de que esto es familia, que no existen jerarquías, que lo que les importa sobre todo es la historia, que todo es posible con ellos, que empiezan a quererme y yo a quererles a ellos. Empieza a hacer cosas, todo lo que me piden. 'Asier, ¿nos ayudas?', por supuesto que sí, sin pensar en el dinero ni en nada por el estilo. Ocurre al revés, cada vez que yo necesito que vengan a cubrir algún concierto en Mastodonte o creo que hay algo interesante con lo que después podemos hacer algo y con lo que me gustaría que me echaran una mano, siempre están ahí. O me ayudan a hacer los videoclips, que si yo estoy loco, Alfonso más. Muchos dirán que tiene pájaros en la cabeza, pero realmente funciona. Cuando tú realmente pones empeño y tienes un motor muy grande para hacer lo que quieres, otra cosa es que ya lo compren o no. si no lo compran ahora, lo comprarán más tarde. Cuando es de verdad y la diferencia entre hacer y no hacer, es hacer. Hay que hacerlo porque, si no, entras en depresión y con ellos es posible. Todo lo que acabamos haciendo se convierte en algo elevado que se tratan temas que no están tan a la orden del día que interesan, se encuentran formas muy diferentes de contarlo. A Alfonso le puedo contar mi vida diciendo que quiero mezclar el performance con la música, con lo que ocurre en el acto teatral pero, también, con el audiovisual y meterlo y hacer una película de ello y no le va a sorprender como otro productor que te va a decir hay algo como de bien, ya el hecho de que esto sea algo de identidad, ya me interesa. Es donde me diga, donde me diga. - Hay infinidad de formatos, pero Imagine entendemos que va a ser una familia para creadores y para espectadores pero, ¿hay alguna parte de esta sociedad en la que vivimos que creas que no se ve representada por formatos de televisión, programas, que sientas que no tiene hueco y que con Imagine lo va a lograr? - Claro que sí. Volvemos al algoritmo famoso. Por mucho que con las plataformas hayamos crecido y nos llega más contenido, funciona lo que se supone que vende o que la gente ve, no significa que sea lo que necesitan o lo que les conmueva más. Todo se mueve por una especie de movimiento de ola, como las redes sociales. Uno opina algo y todo el mundo, para sumarse, se mete. Al día siguiente se le olvida, no sabe ni qué ha opinado. Esto es lo mismo, no significa que hay un montón de temas que están subterráneos y que son fascinantes, esa es la labor del artista, mostrarlo, ser canal para que lo puedas mostrar. La Caña Brothers siempre ha buscado esto, tanto en el documental como en las películas. Es la intención, como el caso que me ha fascinado. No conocía la historia de Yoli, de esta mujer ciega transexual que no había tenido ningún referente femenino en su vida para saber si quería ser mujer o hombre y así todo sale desde dentro, que es mujer. Para todos los que duden sobre esto, es necesario que se vea este documental. Dudo que haya salido algo parecido. Creo que esto es un ejemplo de hacia donde vamos y las cosas que nos interesan. - A día de hoy, ¿crees que es importante, se están creando cada vez más series y películas en relación al colectivo, qué opinas de todo esto? - ¿qué voy a opinar? Que es perfecto, que no debería sorprendernos y que no deberían colocarnos en un gueto ya. ni si quiera deberían ser películas sobre le colectivo, debería estar incorporado, no hacer películas sobre mujeres, sobre gays, es un poco ya pertenece a algo un poco casposo. Lo que está claro es que todos tenemos sentimientos y las historias cuántos más vértices tengan, más interesantes son. - ¿Ha habido momentos en tu profesión y personalmente que no te hayas sentido suficientemente valorado? - Por supuesto. Lo sigo pensando, claro. - Hay una mano negra a lo mejor. - No, no existe ninguna mano negra, no. lo que pasa que yo tengo una necesidad de hacer tantas cosas, que siempre me parece poco. No echo la culpa a los demás, tiene que ver siempre con autoexigencia. Luego no, porque de verdad que no paro quieto, pero siempre pienso que podría dar mucho más y que hay mucho más ahí. Digo que es mi responsabilidad, no la de los demás. - Imagine no es solo una ventana para televisión, también habéis hablado de teatro. Es una ventana en común a la cultura general, ¿qué es Imagine para el que piensa que es solo una promotora de series estilo Netflix? - Para mí, Imagine es como una ventana para hacer posible cosas que normalmente con muy difíciles de sacar adelante. La Caña Brothers tiene toda la infraestructura para sacar adelante una película: tienen dirección, montadores, cámaras, hasta una orquesta. Es decir, te ayudan a empezar el proyecto y que empiece a andar. Lo que les interesa es todo tipo de arte. Una de las imágenes que hemos visto en el tráiler es una obra de teatro que hice yo en La casa de la Portera, hicimos con más gente, en la época del intérprete, hace diez años o así. Era Sagrado Corazón, con un público de veinte personas, se hacía teatro en un piso. Era fascinante porque el espectador podía tener al actor aquí, con todo su drama. Ellos se metieron dentro a sacar lo que era la experiencia del teatro, no solamente a los actores, sino al público y formar parte de cómo transmitir eso al audiovisual. Eso no lo ha hecho nadie, lo más parecido, el Estudio Uno que había de teatro. Su abanico es muy amplio, están tan abiertos que si tú eres creador y tienes algo que sea de verdad, por muy romántico que sea, creo que tiene cabida. - ¿crees que hay algo de la televisión española del Estudio Uno, que ya no serían interesantes a día de hoy pero que la televisión, por temas económicos, se rechaza? - No te sé responder a eso. Soy consumidor de televisión, sobre todo, de ficción, no te puedo seguir demasiado porque no consumo demasiado. Informativos sí, pero no consumo demasiado magazín, no me si lo hago, es casi zapeando. No es algo que me interese, como va cambiando continuamente y tiene que ver con modas es verdad que he echado un poco de menos estos programas musicales que había entonces con grandes coreografías. Que no existe un programa musical donde te cuenten los movimientos que ocurren en videoclips, las giras, incluso actuaciones en directo con estas grandes coreografías que se hacían y con el montaje de su época. Incluso los programas italianos de la RAI de los setenta y ochenta, eso me fascina. Deberíamos retomar eso, es muy divertido. - Si tuvieras que decantarte por el cine o la música. - No me decanto, para mí es lo mismo. Es imposible separarlo porque si tu eres un canal, de alguna forma, toda tu inquietud va a buscar herramientas diferentes para conmover. Yo lo que quiero es contar historias, hacer buenas canciones, ponerlas en escena, que alguien se conmueva. Lo decía hace poco: para que rime lo que estás haciendo, cada proyecto que te llegue, ya sea un personaje o sea una historia que dirigir, que pienses que eres tú el que tiene que contarlo y que va a llegar a alguien que necesita que le llegue en ese momento. A mí me ha cambiado la vida eso, me ha cambiado la vida una canción en un momento terrible, un libro, una película, un artista que ha hecho que confíe más en mí. ¿por qué yo me voy a? son los demás los que intentan etiquetarte para sentir que saben de ti, pero para mí va unido. Yo no voy a cantar si no tengo nada que contar, es lo mismo al revés. Es como un zapatero: tienes que saber hacer chanclas, zapatos y botas, es así. Esto es un oficio más. - Supongo que en los momentos de bajón por trabajo, imagino que la pareja y la familia han sido fundamentales en tu vida, han podido estar ahí. - Hombre, yo tengo un sentido de comunidad muy importante, no solamente con la pareja, sino con la familia y los amigos. Yo soy un poco madre, no puedo evitarlo, tengo la casa llena de gente. Me gusta cuidar de la gente en la que creo y quiero, y a mí me cuidan y tengo mucha surte de la gente que, además, casi todos se dedican al mismo medio. Empatizan muchísimo y creo que nos cuidamos. En eso tengo mucha suerte. Igual porque soy hijo único, busco familia siempre. - ¿Y proyectos? - Acabamos de terminar de rodar 'La lengua en pedazos', un texto de Juan Mayorga que es una leyenda viva sobre Teresa de Jesús, una entrevista con el inquisidor. Somos Blanca Portillo y yo y hemos terminado hace tres semanas. Ha sido otro viaje elevado. - También, un proyecto que tenías con Silvia Abascal. - Sí, esto se estrena dentro de poco, 'Asombrosa Elisa', va a Sitges. - Y a Estados Unidos, también. - Mira, no lo sabía. - A Austin. - Anda, mira. Austin, Texas, de ahí era Janis Joplin. A ver si me invitan. Muchas gracias. - Gracias.
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