El primer pensamiento de Patricia Pardo al recoger el premio Antena De Plata, es para Ana Rosa

Ficha técnica


Fecha 04/06/2022
Parte 1
Duración 00:04:15
Sonido Ambiente
Edición Editado
Localización Madrid
Firma Europa Press

El primer pensamiento de Patricia Pardo al recoger el premio Antena De Plata, es para Ana Rosa Quintana. Asegura que ella no le sustituye porque Ana Rosa es "insustituible, yo sí le guardo el sitio a la mujer que creo que es la mejor en televisión". Explica cómo ha vivido estos meses la ausencia de la reina de las mañanas "mis compañeros saben que es un momento duro porque nos falta desde hace meses. Y yo siempre digo que es como ir a una fiesta de cumpleaños en la que todo está perfecto, hay luce, hay música, hay fiesta, pero falta la cumpleañera. Y a nosotros nos falta ella. Ella no es consciente de la lección de periodismo y de vida que me ha dado durante los doce años que llevo a su lado". Tampoco pierde la oportunidad de hacerle un guiño a su actual pareja sentimental, el presentador Christian Gálvez, al menos eso se puede interpretar cuando dice que también se lo dedica "por supuesto, a las personas que forman parte de mi vida desde hace poquito, que son luz, son camino y que saben quiénes son". Pese a ello, el galardón se lo dedica realmente a cinco mujeres especiales en su vida: su madre, sus hijas Aurora y Sofía; su hermana, Tamara y a su abuela, Aurora La persona responsable de hacer entrega del premio "Antena de Plata" a Patricia Pardo explica que: "Sustituir a un compañero es complicado y si es líder en la parrilla aún más. Ella ha dejado claro que es una profesional como la copa de un pino" Patricia Pardo recoge el premio y dice su discurso: "Muchísimas gracias, de verdad, no sabéis lo emocionada que estoy y la ilusión que me hace estará aquí en este lugar que intimida, que es imponente, emblemático, muy significativo, con compañeros a los que quiero tanto y admiro. Deciros que es un momento agridulce en lo laboral porque como estabais explicando, no es sustituir, porque ella es insustituible, pero sí guardarle el sitio a una mujer que yo creo que es la mejor en televisión. Mis compañeros saben que es un momento duro porque nos falta desde hace meses. Y yo siempre digo que es como ir a una fiesta de cumpleaños en la que todo está perfecto, hay luce, hay música, hay fiesta, pero falta la cumpleañera. Y a nosotros nos falta ella. Ella no es consciente de la lección de periodismo y de vida que me ha dado durante los doce años que llevo a su lado. Esta Antena, en parte, también es para ella, para todo el equipo y para mi familia de Ana Rosa. Sería imposible mencionar a todas las personas que han hecho posible que esté aquí esta noche, desde los primeros directores que me dieron la oportunidad con veintitrés años al actual director, Óscar de la Fuente, al que adoro. Por supuesto, a las personas que forman parte de mi vida desde hace poquito, que son luz, son camino y que saben quiénes son. Se lo quiero dedicar, fundamentalmente, a cinco mujeres que son los pilares de mi vida desde hace muchísimo tiempo. Lo siento por mi papá, al que quiero mucho y sé que es un orgullo para ti, pero son cinco mujeres que no pueden faltar esta noche en el discurso. La primera es mamá. Os tengo que dar las gracias porque no sabéis la ilusión que fue para mí esa primera llamada a mamá para decirle que me ibais a dar una Antena de Plata. Solo por esos momentos de éxtasis, de euforia que sintió mi madre, ya merece la pena haber estudiado periodismo. Mamá, va por ti. Sabes que cuando era muy pequeña, me cohibía, no era capaz de expresar mis sentimientos y mi madre, de una manera, era dejarme notitas en la mesilla de noche. Yo le respondía con otras notitas. Para mí, esa fue mi primera toma de contacto con la comunicación escrita. No sabes lo que significa para mí: eres cobijo, eres hogar, siempre estás ahí. También a ti, a Tamara, a mi chiquitita, porque cuando éramos pequeñas, jugábamos a la radio, a imitar a Julia Otero. ¿Te acuerdas? Nos grabábamos, una hacía de Julia Otero y otra de personaje e incluso discutíamos por jugar a Julia. Tú fuiste el germen, la semilla. Sabes que te quiero, que te adoro, que para mí o eres todo. Eso también es para ti. Por supuesto, se lo dedico con el alma, a mis niñas, a Aurora y a Sofía de seis y cuatro años, que a veces no entienden por qué no las llevo al colegio por las mañanas, por qué me voy en mitad de la noche porque a las cuatro de la mañana no son horas. Espero que ellas lo sepan entender a partir de ahora. Y, por supuesto, se lo quiero dedicar a la persona que ha fraguado mi personalidad y mi carácter. Sé que a veces es complicado, es duro, pero es mi abuela Aurora. Ella me dio la mayor lección de vida: con educación, y con perseverancia se llega muy lejos. Pasiño a pasiño, Aurora, va por ti. Muchas gracias a todos.

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