Ficha técnica
Mario Vaquerizo revela el sexo del bebé de Ona Carbonell en un descuido. Mario Vaquerizo tiene un desliz y revela el sexo del bebé aunque Ona Carbonell prefería mantenerlo en secreto: "y que es una maravilla, conocer a su familia, su marido, a su hijita, que está en camino". Mario Vaquerizo asegura que ve a Alaska mucho más atractiva ahora que cuando la cantante era más joven: "me parece que está más buena ahora con cincuenta y nueve que va a cumplir, que cuando tenía diecisiete". El matrimonio se encuentra bien y cuando tengan problemas lo comunicarán a la prensa: "nuestra relación fenomenal, ya sabéis que cuento todo. Si estuviéramos mal, lo diríamos". Mario Vaquerizo confiesa que hacer deporte es un imprescindible para su salud mental: "el deporte, en mi caso, empezó siendo una cuestión física, ha acabado convirtiéndose en una cuestión mental. Los días que no voy al gimnasio no me encuentro igual de bien". Recientemente se ha operado de miopía y presbicia y está encantado con el resultado: "me ha cambiado la expresión, estoy feliz, eso es magia. Yo creo en el avance, como siempre digo". Mario Vaquerizo relata cómo se convirtió en una persona muy cercana para Ona Carbonell: "una persona que tiene mucho arte por dentro y por fuera y que se convirtió, en muy poco tiempo, en una persona importante en mi vida. Creo que Ona tiene una generosidad que es maravillosa". Asegura que no aconsejó a su amiga porque no considera que sepa tanto de rodajes: "no, no. Yo no soy de dar consejos porque tampoco creo que sepa yo tanto". Desvela qué es lo que más le gusta de la deportista: "desde el primer momento me encantó su sencillez, su cercanía y su humildad. Eso es lo que más me gustó de Ona". Confiesa que quería llegar al final del programa junto a Ona Carbonell pero no pudo ser: "luego ya nos hicimos muy amiguitos. Mi sueño era llegar a la final con Ona pero no pudo ser porque había otra grande que era Paz Vega, y que lo sigue siendo". A pesar de tener trabajos muy distintos y dedicarse a varios ámbitos profesionales, asegura que le pueden las ganas al cansancio: "soy una mariquita inquieta, como siempre digo, pero como tengo la suerte de hacer todo lo que me gusta a mí, no tengo la sensación de trabajar muchísimo". Total Mario Vaquerizo: - Estás estupendo siempre, Mario. - Bueno, ahí estamos. Buenas tardes a todos, ¿todo bien? - Mario, premiere, Ona Carbonell saca documental. Importante hablar de la conciliación laboral y familiar y, más, en el mundo del deporte. - Sí, bueno, yo, la verdad, más allá de todo eso, vengo a acompañar a una persona que descubrí hace tres años gracias a Masterchef. Una persona que tiene mucho arte por dentro y por fuera y que se convirtió, en muy poco tiempo, en una persona importante en mi vida. Creo que Ona tiene una generosidad que es maravillosa. Yo con Ona conviví mucho, seguimos con viviendo aunque sea en la distancia, pero nos guardamos un cariño muy importante. Sobre todo, porque de Ona aprendí muchísimo. Aprendí la sensatez, la coherencia, la capacidad de concentración. Es por eso que tenemos a una de las mejores deportistas ahora mismo. Y que es una maravilla, conocer a su familia, su marido, a su hijita, que está en camino. Este tipo de documentales, que reflejan la vida de las personas tal y como son hacen que el resto de personas que no tienen la suerte de conocer a Ona, la descubran. Es una maravilla. - ¿Le diste algún consejo a ella? Tú estás hecho para la televisión. - No, no. Yo no soy de dar consejos porque tampoco creo que sepa yo tanto. Si recuerdo el primer día que conocí a Ona. Yo no la conocía, sabía que era Ona pero no la conocía personalmente porque ella era deportista olímpica y demás. Desde el primer momento me encantó su sencillez, su cercanía y su humildad. Eso es lo que más me gustó de Ona. Luego ya nos hicimos muy amiguitos. Mi sueño era llegar a la final con Ona pero no pudo ser porque había otra grande que era Paz Vega, y que lo sigue siendo. Nos conocíamos de antes, también supuso un reencuentro con Paz. Masterchef es una familia y Masterchef unió muchas cosas y las sigue uniendo. Por eso, hoy estoy aquí, también. - Hemos visto que tanto Ona como tu derrocháis complicidad y también sois dos personas muy currantas. Eres comentarista, Dj ¿cuándo descansa Mario Vaquerizo? - Pues descanso, mira. Cuando me vaya después de ver la proyección me meteré en la camita. Mira, ayer me acosté a las diez y media de la noche y hoy me he levantado a las siete. ¿Por qué me he despertado tan pronto? Porque duermo ocho horas diarias. Suelo descansar bastante. Soy una persona muy renacentista, hago de todo. Soy una mariquita inquieta, como siempre digo, pero como tengo la suerte de hacer todo lo que me gusta a mí, no tengo la sensación de trabajar muchísimo. Lo importante es descansar, la pena es que el día solo tiene veinticuatro horas. Si tuviera cincuenta y cinco yo sería feliz porque haría muchas más cosas. Lo más importante es hacer deporte, como bien demuestra Ona. El deporte, en mi caso, empezó siendo una cuestión física, ha acabado convirtiéndose en una cuestión mental. Los días que no voy al gimnasio no me encuentro igual de bien. - Has pasado por una cirugía hace poco, te has quitado la miopía. - Me he quitado la miopía, miopía y presbicia. Ahora os veo bien, antes estaba así. Ahora parezco una Candy Candy, tengo los ojos abiertos. Me ha cambiado la expresión, estoy feliz, eso es magia. Yo creo en el avance, como siempre digo. La medicina, en este caso, la medicina visual u ocular, siempre es una maravilla. Estoy abierto a todo, todo lo que te haga sentir bien hay que hacerlo, sea ocular, estética, medicinal. Todo me viene bien porque creo en el avance. - ¿Cómo ves a Alaska ahora? - A Alaska la veo mejor que nunca. De hecho, el otro día estábamos viendo archivos de Alaska de cuando era más joven. Oye, qué coño, me parece que está más buena ahora con cincuenta y nueve que va a cumplir, que cuando tenía diecisiete. Nuestra relación fenomenal, ya sabéis que cuento todo. Si estuviéramos mal, lo diríamos. El día que nos separemos os lo vamos a decir, no tendréis que estar diciendo esto. Como de momento eso no va a pasar, de momento me callo porque hablo como un loro. Perdón, gracias. - Gracias a ti, Mario. - Chao.
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