Para acceder a este vídeo, solicite acceso al departamento comercial.

Foto del vídeo

Miguel Ángel Muñoz explica como vivió junto a su tata el premio Forqué a mejor película documental

Ficha técnica


Fecha 14/12/2021
Parte 1
Duración 00:13:21
Sonido Totales
Edición Editado
Localización Madrid
Firma Europa Press

Miguel Ángel Muñoz explica como vivió junto a su tata el premio Forqué a mejor película documental: "Se me pone la piel de gallina De hecho, estábamos sentados en el patio de butacas y estaba la tata, a su lado yo, a mi lado el productor ejecutivo y mi publicista y de hecho les miré como que no me lo creía. Les hice una cobra porque me iban a abrazar, pero luego dije no, que está aquí la tata. Fue muy emocionante, no tenía nada preparado y no suelo preparar nada cuando tengo que subir a un escenario y tengo que hablar con el corazón y estaba muy nervioso y no sabía que iba a decir. No me lo esperaba, todavía el otro premio al que estábamos nominados que no pensaba que nos lo fueran a dar, pero veía que ese quizás al Cine y valores podría ser más fácil, pero el premio gordo no. Qué felicidad". El actor asegura que es un proyecto personal que tenía pendiente desde hace más de diez años: "La película no va de cuarentena ni cuarentata que es lo que hacíamos, que obviamente como es parte de nuestra vida está dentro de la película, pero la necesidad que tengo yo de hacer esto viene de hace más de diez años. Un día, y lo ponen todo en la película, ella se desmaya con ochenta y tantos y me doy cuenta que es muy mayor entonces ahí realmente me cae la ficha de si a pesar de todo el tiempo que hemos pasado juntos y que emocionalmente no nos hemos separado y ha estado pendiente de mí y yo de ella, si había hecho todas las cosas que me gustaría hacer y todavía activa más esa necesidad que yo tenía de pasar tiempo de calidad, de pasar momentos especiales y entre ellos quería hacer una película, pero para nosotros. En mis sesiones de terapia veía que había ahí algo que estaba en mi subconsciente que no me permitía ponerme con ello, quizás era el miedo a que fuera lo último que hiciésemos juntos, pero al final lo superé y rodé con ella, y cumplí el sueño y lo monté. Cuando estaba con ello, me di cuenta de tres cosas que me han llevado hasta aquí. Una que sentí que ese tiempo era el mejor que habíamos pasado juntos, lo divertido que fue, lo que nos reímos, las sorpresas que le di, el viaje que hicimos a Mérida y dos ponerme detrás de la cámara por primera vez que era una inquietud que tenía desde hace años, confirmé que me gustaba tanto como interpretar, que es lo que llevo haciendo toda mi vida, y tres que los valores que se veían reflejados de nuestra historia eran importantes para poderlos compartirlos con el gran público. Ahí decidí que lo quería elevar y hacer una película, han pasado otros seis años y al final se ha convertido en 100 días con la Tata. En principio iba a ser una película de ficción y cuando más o menos lo tenía todo conectado porque estaba haciendo un guion con Javier Muñoz, que en paz descanse, de repente vino la pandemia y me cambió los planes. Viví la pandemia con ella como surgió, se hizo popular porque de una manera natural nos conectábamos a las redes sociales y al final he contado esta historia, pero no va de esto sino de la necesidad que yo tenía de hacer esto y del miedo al día que no llegue a estar. Todo contado desde la máxima alegría y me hace mucha ilusión que la gente, a parte de que es muy emocionante y hay que ir al cine con un pañuelito, se ríen más que lloran y eso es súper importante". En cuanto a la muerte de Verónica Forqué, Miguel Ángel se muestra muy sorprendido: "No hemos trabajado juntos, pero sí que hemos coincidido. Le tenía muchísimo cariño y ha sido un palo brutal, no hay palabras para describir algo tan difícil, no me puedo hacer a la idea de lo complicado que tiene que ser para sus familiares y la gente más cercana, pero era una persona excepcional tremendamente divertida y que pena que ya no esté con nosotros. Le dediqué una fotito en mi red social ayer y espero que nos siga haciendo sonreír allá donde esté". Entrevista Miguel Ángel Muñoz: - Enhorabuena por este premio a '100 días con la Tata'. Quien te lo iba a decir a ti, ¿verdad? - Pues sí, muchas gracias. El otro día recibiendo el Premio Forqué a la mejor película documental de repente sentimos una emoción inmensa, no sabía si la Tata iba a poder acompañarme o no porque desde que empecé esto hace más de diez años el proyecto, que en principio iba a ser personal y se ha convertido en profesional, el proyecto no iba a estar por encima de la salud de la Tata y el otro día que estaba bien, que le apeteció venir a la gala conmigo y tuvimos ese momentazo juntos, lo vamos a tener grabado para siempre en nuestra memoria. - Cuando os dijeron 100 días con la Tata, ¿qué pensaste? - Mira, se me pone la piel de gallina De hecho, estábamos sentados en el patio de butacas y estaba la tata, a su lado yo, a mi lado el productor ejecutivo y mi publicista y de hecho les miré como que no me lo creía. Les hice una cobra porque me iban a abrazar, pero luego dije no, que está aquí la tata. Fue muy emocionante, no tenía nada preparado y no suelo preparar nada cuando tengo que subir a un escenario y tengo que hablar con el corazón y estaba muy nervioso y no sabía que iba a decir. No me lo esperaba, todavía el otro premio al que estábamos nominados que no pensaba que nos lo fueran a dar, pero veía que ese quizás al Cine y valores podría ser más fácil, pero el premio gordo no. Qué felicidad. - ¿Ella cómo lo vivió? Porque ella era consciente de todo. - Sí, hombre, ella tiene la cabeza cómo tú y cómo yo, pero lo bonito y el aprendizaje con ella es lo que relativiza las cosas. Para ella el premio que nos dieron es importante, pero no porque es uno de los premios importantes del cine español sino porque hemos vivido algo bonito juntos y eso puede ser irnos a comer, estar un ratito en casa o recibir este premio. Evidentemente estando en un patio de butacas con los compañeros actores, actrices, directoras y directores del cine español, y en la gala de los productores, todo como que es mucho más grande y lo vivimos con más intensidad, pero no le da una importancia a que tengamos el premio en casa. De hecho, hace poco, subieron un vídeo en el que le daba el premio y ella decía esto pesa más que un muerto, pero lo bonito es que disfruta mucho de cada cosa ya sea tan importante como recibir el premio a la película documental o anoche a visitarla con un ramito de flores. - Se ha convertido como en la tata de España. ¿Cómo llevas tú eso? - Me hace mucha gracia y yo se lo repito mucho y nos divertimos mucho con ello. La verdad es que todas las muestras de cariño que tenemos desde que el proyecto se dio a conocer e incluso desde que la gente la conoció a través de la pandemia de su cuenta de Instagram es algo muy bonito. A mí me emociona mucho que haya gente tan diferente, de tantos países y continentes distintos que la quieran y le sirva de ejemplo. - Has comentado que era un proyecto personal que empezó hace diez años cuando muchos pensábamos que empezó cuando pasaste la cuarentena con ella. - No, para nada. La película no va de cuarentena ni cuarentata que es lo que hacíamos, que obviamente como es parte de nuestra vida está dentro de la película, pero la necesidad que tengo yo de hacer esto viene de hace más de diez años. Un día, y lo ponen todo en la película, ella se desmaya con ochenta y tantos y me doy cuenta que es muy mayor entonces ahí realmente me cae la ficha de si a pesar de todo el tiempo que hemos pasado juntos y que emocionalmente no nos hemos separado y ha estado pendiente de mí y yo de ella, si había hecho todas las cosas que me gustaría hacer y todavía activa más esa necesidad que yo tenía de pasar tiempo de calidad, de pasar momentos especiales y entre ellos quería hacer una película, pero para nosotros. En mis sesiones de terapia veía que había ahí algo que estaba en mi subconsciente que no me permitía ponerme con ello, quizás era el miedo a que fuera lo último que hiciésemos juntos, pero al final lo superé y rodé con ella, y cumplí el sueño y lo monté. Cuando estaba con ello, me di cuenta de tres cosas que me han llevado hasta aquí. Una que sentí que ese tiempo era el mejor que habíamos pasado juntos, lo divertido que fue, lo que nos reímos, las sorpresas que le di, el viaje que hicimos a Mérida y dos ponerme detrás de la cámara por primera vez que era una inquietud que tenía desde hace años, confirmé que me gustaba tanto como interpretar, que es lo que llevo haciendo toda mi vida, y tres que los valores que se veían reflejados de nuestra historia eran importantes para poderlos compartirlos con el gran público. Ahí decidí que lo quería elevar y hacer una película, han pasado otros seis años y al final se ha convertido en 100 días con la Tata. En principio iba a ser una película de ficción y cuando más o menos lo tenía todo conectado porque estaba haciendo un guion con Javier Muñoz, que en paz descanse, de repente vino la pandemia y me cambió los planes. Viví la pandemia con ella como surgió, se hizo popular porque de una manera natural nos conectábamos a las redes sociales y al final he contado esta historia, pero no va de esto sino de la necesidad que yo tenía de hacer esto y del miedo al día que no llegue a estar. Todo contado desde la máxima alegría y me hace mucha ilusión que la gente, a parte de que es muy emocionante y hay que ir al cine con un pañuelito, se ríen más que lloran y eso es súper importante. - Tú eres actor y el mundo del cine es el tuyo. Tú lo ves como algo natura, ¿pero tu tata? - Eso es lo grandioso que tiene la tata y lo que se ve en la película que es lo que nos tenemos que fijar cuando lleguemos a una edad, no lo de hacer una película sino la actitud en la vida, ante todo lo que se nos pone por delante como lo vive con alegría, con ganas y con valentía y cuando yo le planteé hace ya seis años que íbamos a rodar una película no me dijo que no y ya tenía 92 años. Con esa edad le digo vamos a rodar una película, tu natural que estoy seguro de que lo vas a hacer bien y ella con naturalidad dice pues bueno y me di cuento que tiene una naturalidad, empatiza la cámara con ella, la fotografía estupenda y cuando le hago la sorpresa de hacer una escena y ponerme a dirigirla nos divertimos y lo hace muy bien. En la película hay muchos momentos que he podido tomar de la primera vez que hacíamos esa escena, pero luego muchas de ellas quería otros planos y tenía que repetirlos y hay tomas que son la cuatro o cinco y me quedo pensado como puede ser que cuando dice esto de las sardinitas lo dice mejor que en la primera. Ojalá algún día ser tan buen acto como ella. - De todas formas, yo creo que ella nunca te hubiese dicho que no. - No. - El amor a su nieto yo creo que está por encima de todo. - Tenemos una relación muy real y a parte no es mi abuela, es la hermana de mi bisabuela, pero es la tata. Tengo mucha suerte porque no me dice no a nada, pero tengo que ser muy consciente y consecuente con su edad, sus necesidades y valoro mucho lo que le pueda venir bien o no. Lo primero que le dije en el primer día de rodaje hace seis años a mi equipo era la tata es la prioridad de bien que disfrute y que le sume. El proyecto nunca va estar por encima de su salud o cualquier cosa que le vaya a restar y así fue, y así sigue siendo ahora. El otro día me acompañó a los premios Forqué, pero hasta el ultimo momento yo no sabía si me iba a acompañar o no y hoy aquí es muy probable que venga a hacerse una foto y lo disfrutemos muchísimo, pero si en algún momento noto que no tiene el día no le voy a hacer que se venga así porque no tiene sentido. Todo tiene que sumar con 97 años y no nada que le suponga un estrés. - ¿Por qué la tata es tan importante para ti? - Pues no lo sé Cuando yo era muy pequeñito mis padres siempre han tenido que trabajar, no se podían permitir una persona externa que les ayudara y recurrieron a mi abuela paterna desde mis tres años, que desgraciadamente falleció, y en ese momento acudieron a mi tata para que nos echara una mano. De mis tres a mis seis se vino a mi casa a vivir conmigo para ayudarme y llevarme a su trabajo a la vez que me cuidaba y ese vinculo ha sido tan fuerte que no nos ha separado hasta el momento de hoy. Eso va a seguir siempre y ella cuando hace la lista de deseos lo que pide es que estemos siempre juntos y siempre vamos a estar. - ¿Vives con ese miedo de que te va a faltar? - Llevo muchos años trabajando en terapia muchos temas y este es uno de ellos. Por eso el primer fotograma de la película es una sesión real de terapia en la que hablo de esto. Obviamente no sé como será y tampoco me lo quiero imaginar, pero cada día que pasa lo vivo con la máxima alegría y disfrutándolo al máximo y viendo la película me doy cuenta que durante muchísimos años lo llevamos haciendo, con lo cual algo en paz estaré. - Hablas de terapia, no sé si querías comentar algo de la muerte de Verónica Forqué que nos ha sorprendido a todos. ¿Has podido trabajar con ella? - No hemos trabajado juntos, pero sí que hemos coincidido. Le tenía muchísimo cariño y ha sido un palo brutal, no hay palabras para describir algo tan difícil, no me puedo hacer a la idea de lo complicado que tiene que ser para sus familiares y la gente más cercana, pero era una persona excepcional tremendamente divertida y que pena que ya no esté con nosotros. Le dediqué una fotito en mi red social ayer y espero que nos siga haciendo sonreír allá donde esté.

Relacionados