Para acceder a este vídeo, solicite acceso al departamento comercial.

Foto del vídeo

Ana Locking cuenta cómo ha vivido ella su paso por el cáncer

Ficha técnica


Fecha 15/10/2020
Parte 1
Duración 00:12:29
Sonido Totales
Edición Editado
Localización Madrid
Firma Europa Press

Ana Locking cuenta cómo ha vivido ella su paso por el cáncer: “Pasados los primeros días, me ayudó mucho cuando mi cirujano me dijo, Ana tienes un tumor de grado 3 pero te lo hemos cogido a tiempo. Es peligroso pero es un diagnóstico muy precoz, no te preocupes que te voy a salvar de esto. Para mí esas fueron las palabras mágicas, esto se cura”. Sobre cómo se detectó esta enfermedad, explica: “Fue justo 15 días antes del desfile, mi último desfile fue a finales de enero, en Mercedes Benz Fashion Week, me noté un bulto en la ducha y dije, aunque esto no lo debéis hacer, dije si voy ahora y me dicen que esto es malo, no soy capaz de seguir hacia adelante, tienes a tu cargo a un montón de personas”. Sin duda alguna Ana ha pasado por momentos muy complicados durante el confinamiento: “Mi pareja el día que yo volví del hospital cayó con coronavirus y yo pasé de ser enferma a enfermera, eso me hizo olvidarme de mí, no estar lamiéndome las heridas. Las circunstancias fueron tan tremendamente adversas, mi pareja estuvo en la habitación y yo en el salón, no había abrazos ni nada, yo estaba sola completamente”. La diseñadora comenta que también ha vivido momentos desagradables en cuanto a médicos se refiere: “El oncólogo casi sin mirarme a los ojos me despachó sin mirarme a los ojos, me hizo un croquis que todavía guardo para recordar lo que no se debe hacer, me repartió volantes… me fui con una sensación muy mala, yo no quería estar con esa persona un año entero de mi vida, no había sensibilidad”. Tras su operación explica que ha tenido mucha suerte: “Tuve mucha suerte porque el nivel era muy bajito, no me tuve que dar quimio, era un nivel del 4% de remisión en el futuro y eso se cura totalmente con la radio, ese día volví a nacer. Fui la paciente más feliz en las sesiones de radioterapia, he tenido mucha suerte, me siento muy afortunada, con voluntad de todo se sale. El círculo de amistad más íntimo son los que te ayudan a salir hacia adelante, que nadie te trate como una enferma, el humor ha sido una constante para sacar esa fortaleza, a veces el humor un poco negro”. Total Ana Locking: - Desde que te fue diagnosticado el cáncer, cuál fue tu actitud, este mensaje es importante. - Las historias de otras personas me han ayudado a mí también, desde que yo lo hice público he recibido a través de redes sociales un montón de mujeres que pasan por la misma situación o que se lo acaban de diagnosticar, tienen terror. Los primeros días son terroríficos, no sabes cómo lidiar con ese mensaje que te han dado, la incertidumbre es tremenda. Pasados los primeros días, me ayudó mucho cuando mi cirujano me dijo, Ana tienes un tumor de grado 3 pero te lo hemos cogido a tiempo. Es peligroso pero es un diagnóstico muy precoz, no te preocupes que te voy a salvar de esto. Para mí esas fueron las palabras mágicas, esto se cura. Quizás otras mujeres se van a curar también pero costará más, la detección precoz es fundamental, se ha avanzado tanto, mi madre tuvo cáncer de pecho hace 25 años, lo que le vi pasar a ella, ni por asomo lo he pasado yo. Me refiero a los efectos secundarios de los tratamientos. Quiero hacer hincapié en que los tratamientos van puntuales a la células malignas, se intenta no tocar a las células sanas. ¿Cómo se lleva? Con mucha voluntad, me lo diagnosticaron tres días antes de empezar el confinamiento, no pude tener el calor de mi gente. Mi pareja el día que yo volví del hospital cayó con Coronavirus y yo pasé de ser enferma a enfermera, eso me hizo olvidarme de mí, no estar lamiéndome las heridas. Las circunstancias fueron tan tremendamente adversas, mi pareja estuvo en la habitación y yo en el salón, no había abrazos ni nada, yo estaba sola completamente. - ¿Te lo detectaron en una revisión rutinaria? - Al tener la experiencia de mi madre estaba más controlada, siempre me hago revisiones anuales. Fue justo 15 días antes del desfile, mi último desfile fue a finales de enero, en Mercedes Benz fashion Week, me noté un bulto en la ducha y dije, aunque esto no lo debéis hacer, dije si voy ahora y me dicen que esto es malo, no soy capaz de seguir hacia adelante, tienes a tu cargo a un montón de personas. Pedí cita para después del desfile. - ¿Cómo estás? - Ahora me encuentro muy bien, pese a todos los diagnósticos iniciales, tenía que estar un año entero de pinchazos de anti-her2 más el tratamiento de quimio, radioterapia y tratamiento hormonal que son unos cinco años. Esto lo quiero contar porque le puede pasar a muchas mujeres, fui a un primer oncólogo, un día muy malo, con aire, lluvioso, no había nadie en la calle, era el momento más álgido de la pandemia y la zona de oncología estaba completamente vacía. El oncólogo casi sin mirarme a los ojos me despachó sin mirarme a los ojos, me hizo un croquis que todavía guardo para recordar lo que no se debe hacer, me repartió volantes… Me fui con una sensación muy mala, yo no quería estar con esa persona un año entero de mi vida, no había sensibilidad. Cuando volví a casa mi novio deliraba con la fiebre, yo hablé con mis padres y les dije quiero una segunda opinión, no me siento bien con esta persona. Pedí una segunda opinión y afortunadamente esa oncóloga era mucho más afín a mi forma de entender esto. Las pruebas fueron dando negativos y eso en este caso es bueno, abrió la puerta a unos análisis que en Europa no se hacen, se llaman Cotaip y da un diagnostico muy certero, casi al 100% de cuanta quimio tienes que darte, en qué medida y qué nivel de remisión tiene en el futuro de volverse a producir el cáncer. Tuve mucha suerte porque el nivel era muy bajito, no me tuve que dar quimio, era un nivel del 4% de remisión en el futuro y eso se cura totalmente con la radio, ese día volví a nacer. Fui la paciente más feliz en las sesiones de radioterapia, he tenido mucha suerte, me siento muy afortunada, con voluntad de todo se sale. El círculo de amistad más íntimo son los que te ayudan a salir hacia adelante, que nadie te trate como una enferma, el humor ha sido una constante para sacar esa fortaleza, a veces el humor un poco negro. - ¿Te ha cambiado mucho tu forma de ver la vida? - Hay una Ana distinta, sobre todo a nivel profesional. Yo antes me agobiaba enseguida, soy una mujer fuerte y en mi profesión también lo he sido. Si un tejido no llega a tiempo para un desfile no pasa nada, soy diseñadora, no estoy salvando vidas. Me ha ayudado a posicionar mis valores y mis preferencias, cada una en su sitio. Aunque soy una gran apasionada de mi trabajo y tengo mucha suerte de trasmitir mis historias y los mensajes que quiero a través de la moda, he aprendido a situar cada cosa en su sitio, escuchar más mi cuerpo dedicarte un tiempo y hacer más ejercicio, llevar una vida más saludable, comer mejor…

Relacionados