Ficha técnica
A Melanie Olivares no le importaría que sus hijos siguieran sus pasos: “Yo quiero que sean lo que quieran ser, si se dedican a esto les puedo ayudar más que si se dedican a la ingeniería que no tengo ni idea. En esto siempre tengo una carrera detrás que les podría echar un cable”. Sobre lo complicada que puede llegar a ser esta profesión comentó: “Es maravilloso y una mierda a la vez, como ser madre. Es fastidiado, es maravilloso porque cuando trabajas es maravilloso pero si no trabajas es…es un mundo que puedes estar muy preparado pero el factor suerte y estar en el momento justo en el sitio apropiado tiene mucho que ver”. Sobre lo difícil que es compaginar la maternidad y el trabajo, comentó: “He tenido muy claro siempre que quería ser madre, era un instinto que tenía yo pero hay madres que no lo tienen y es muy respetable. Lo de no lo entiendes porque no eres madre me da mucha rabia, hay madres que no entienden nada. Tenía muy claro que quería ser madre y tenía muy claro que no iba a subordinar la maternidad a una pareja”. Total Melanie Olivares: - Creo que son los cinco minutos previos a un test de embrazo. - Eso es, todos los miedos, incertidumbres, todas las contradicciones que puedes pensar en esos cinco minutos antes de saber si vas a ser padre o no, es de lo que va la función. Es maravilloso porque es sanadora. Teniendo hijos o no, puedes decir lo que piensas que muchas veces te tachan de mala madre si dices eso en alto con una sociedad que se supone que las madres tenemos que ser santificadas y además de ser madre ni eres mujer ni profesional ni nada. Eso reivindica de alguna forma también la función. - ¿Te ha traído muchos recuerdos? - Yo tengo mi gente que es cercana y mis amigos tienen una libertad de miras que no por ser madre tienes que ser la ‘santa’ que solo se ocupa de sus hijos. Creo que tener hijos se trata de seguir aprendiendo profesionalmente, seguir saliendo, viajando, todo eso para poder ofrecerles a tus hijos otra parte que no sea solo una mamá que se ocupe de ellos, si es una elección personal me parece estupendo pero no tiene por qué ser así. No eres mala madre si eso lo haces. - Siempre quisiste ser madre. - He tenido muy claro siempre que quería ser madre, era un instinto que tenía yo pero hay madres que no lo tienen y es muy respetable. Lo de no lo entiendes porque no eres madre me da mucha rabia, hay madres que no entienden nada. Tenía muy claro que quería ser madre y tenía muy claro que no iba a subordinar la maternidad a una pareja. Adopté a Martina de manera monoparental y no me suponía un problema que no tuviera un papá en ese momento pero bueno, me parece que no tiene nada que ver tu sentimiento de ser madre con el tener una pareja. Si uno lo vive de otra forma, está estupendo también pero yo no lo he vivido así. - Es complicado compaginarlo. - Claro, socialmente no nos dan facilidades a las madres, también porque de repente eres madre y no hay otra cosa. - Eso es miedo. - Claro que tuve miedo, sobre todo con Martina como no era un embarazo ibas directamente a la chicha y eso fue una manera de poder adaptarme a una situación que no tenía controlada. Te cambian tus prioridades, por supuesto, a peor o a mejor, te cambian. - ¿Has rechazo algún proyecto por ser madre? - No por ser madre, muchas veces hay trabajos en los que tienes que estar mucho tiempo fuera y eso… priorizas, pero igual en otro momento… Ahora vuelvo de Colombia de hacer la serie de perdida y he estado 20 días fuera, hablando con ellos todos los días pero disfrutándolo allí también. Los echo de menos pero no se paraliza mi vida, me parece que eso lo que hace es que yo venga aquí y no pueda contarles todo lo que yo he vivido allí. - Ellos te echan de menos. - Claro y yo también, hablo con ellos, soy pesada además, un hijo es… - Tu primera temporada con esta obra. - Sí. - Es un tema de actualidad. - En principio lo están aceptando súper bien, tenemos el teatro muy bien de público, tenéis que venir a verla. - Celebras el día de los enamorados. - Absolutamente comercial como el día del padre, de la madre, Navidad… todas esas cosas. El otro día me decía mi hija mayor qué hacemos el día de San Valentín… yo es que no necesito celebrar o regalar en ese día, me parece un poco… prefiero regalar los días que me apetezcan. - ¿Abierta al amor? - Por supuesto. Estoy muy abierta al amor. - Las niñas apuntan maneras. - La mediana sí, nos ha salido rana. La mayor también es muy creativa, el pequeño es muy pequeñito tiene dos años pero es verdad que lo raro es que sería que fueran ingenieros aeronáuticos teniéndome a mí como madre y a los padres uno músico y el otro también. - ¿Te gustaría que se dedicaran a este mundo? - Yo quiero que sean lo que quieran ser, si se dedican a esto les puedo ayudar más que si se dedican a la ingeniería que no tengo ni idea. En esto siempre tengo una carrera detrás que les podría echar un cable. - Este mundo es difícil. - Es maravilloso y una mierda a la vez, como ser madre. Es fastidiado, es maravilloso porque cuando trabajas es maravilloso pero si no trabajas es… - Es un mundo de favoritismos. - Es un mundo que puedes estar muy preparado pero el facto suerte y estar en el momento justo en el sitio apropiado tiene mucho que ver. - ¿Te gustaría ampliar familiar? - Tú estás loca… que tengo tres y tengo 46 años. Hay gente que tiene muchos pero yo no, yo ya me he plantado, ya estoy, he cumplido con la humanidad. Antes de tener a Lucho tenía la sensación de que era un ciclo que no había cavado, ahora doy por sentado que el ciclo está finiquitado. - ¿Has vivido la maternidad de otra manera? - Las tres han sido muy diferentes, con Martina tenía 33, con Manuela tenía 38 y Lucho con 44, yo no soy la misma. Han pasado 11 años que he crecido afortunadamente para ellos y para mí.
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