Ficha técnica
Edmundo Arrocet y su inseparable amiga rubia disfrutan de un agradable paseo por la noche madrileña. Tras encontrarse en casa, ambos salieron de lo más elegantes y caminaron por la calle cogidos por el brazo. Lejos de molestarse por la presencia de los fotógrafos, Edmundo volvió a sacar su lado más amable evitando cualquier caída de los reporteros.
Relacionados