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Maribel Verdú a favor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Ficha técnica


Fecha 14/03/2019
Parte 1
Duración 00:10:45
Sonido Totales y Ambiente
Edición Editado
Localización Madrid

Maribel Verdú lee el manifiesto que han suscrito más de un centenar de agentes culturales en apoyo de los objetivos de desarrollo sostenible, en el que se comprometen a velar por los derechos humanos: “Respetaremos y haremos porque se respeten los derechos humanos de todas las personas”. Hace un llamamiento a los profesionales de la cultura para que tomen conciencia de las medidas que han de llevarse a cabo para construir un mundo igualitario y respetuoso con el medio ambiente: “quienes nos dedicamos la cine, a la escultura (…), adoptamos los siguientes compromisos: suscribimos y apoyamos los valores que alientan la agenda 20130”. Destaca varias veces la importancia de accionar un cambio inclusivo, que incluya a todo tipo de personas pero en especial a las mujeres: “promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas”. Comprometida la causa advierte que esta puede ser la última oportunidad que tengamos de salvar el planeta: “esta agenda representa una oportunidad única quizás nuestra última oportunidad para lograr una profunda y necesaria trasformación global”. Con un look afrancesado, jersey blanco a rayas rojas, la actriz cierra el discurso citando a kofi anan: “hago mía la frase que pronunciaría kofi annan el 10 de diciembre de 1997 cuando se aproximaba el 50 aniversario de la declaración de los derechos humanos”. Discurso de mariberl verdú: Estamos resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre del mundo de aquí a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y a garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales. Este es solo un párrafo de la resolución aprobada por 193 países del mundo reunidos en la asamblea general de las naciones unidas de 2015. Erradicar la pobreza ese es el mayor desafío con el que nos enfrentamos hoy. Sin superarlo no será posible el desarrollo sostenible que anhelamos. La agenda 2030 para el desarrollo sostenible bajo el título “transformar nuestro mundo”, era aprobada tras más de dos años de consultas públicas, diálogos con la sociedad civil y largas negociaciones con los países y supone el compromiso común y universal de lograr para el año 2030, 17 objetivos concretos que integran las aspiraciones de progreso humano, ecológico social y ambiental. Esta agenda representa una oportunidad única quizás nuestra última oportunidad para lograr una profunda y necesaria trasformación global. Esta trasformación solo será posible si va precedida y es acompañada de un decidido cambio cultural. Solo a través de la cultura podemos provocar el cambio de conciencia imprescindible para construir un mundo que tenga en su centro al ser humano, un mundo que incluya a todas las personas, y cuando digo todas digo a todas las personas en condiciones de justicia y de igualdad. La cultura determina nuestra forma de estar en el mundo, de entenderlo y configuran nuestra relación con los demás y con el planeta que nos acoge. La cultura abarca los valores, las creencias, las convicciones, los idiomas, los saberes y las artes, las tradiciones, instituciones y modos de vida por medio de los que cada persona expresa su humanidad y los significados que da a su experiencia. La agenda 2030 alude a la educación, al logro de ciudades sostenibles, a la seguridad alimentaria, a un crecimiento económico que no sea depredador para la naturaleza, a la protección del medioambiente, al consumo responsable, a la producción respetuosa para con las personas y la tierra, y a sociedades pacificas en las que cada cual pueda encontrar su lugar. Por eso los que nos dedicamos a la cultura, sea cual sea nuestra dedicación, tenemos un papel protagonista en cómo afrontar estos desafíos globales y lograr cada uno de esos 17 objetivos en pro de un mundo más justo ms igualitario y más digno de llamarse humano. Reivindicamos el poder de toda expresión cultural y su capacidad de trasmitir ideas, conocimiento, emociones, y modificar así nuestros comportamientos para mejorar la calidad de vida de todas las personas y seres que compartimos este planeta. La cultura tiene un poder infinito para situar en el centro de nuestro mundo a las personas y a hacer inexcusable que todas disfruten de su derecho a la educación a lo largo de toda su vida, su merecido sustento, a vivir en ciudades limpias y habitables en las que el crecimiento económico esté basado en el respeto a la tierra y su seres vivos, donde cada cual cuide de que su consumo sea responsable y de que los bienes que disfrute sean producidos sin esquilmar los mares ni los campos , ni causar sufrimiento a otros serse humanos, ni a los animales, sabiendo que todos somos responsables de preservar el medio ambiente y la igualdad de todas las personas porque solo así la paz y la prosperidad serán posibles. Por eso quienes nos dedicamos la cine, a la escultura, la pintura y demás artes visuales, el diseño, la arquitectura, la música, la fotografía, el teatro, la danza, las artes del movimiento, la palabra hablada y escrita, las expresiones más íntimamente humanas, adoptamos los siguientes compromisos: suscribimos y apoyamos los valores que alientan la agenda 20130, haremos todo lo posible porque nuestro compromiso con la trasformación de nuestro mundo impregne nuestra forma de vivir como individuos y como profesionales. Nos implicaremos en la consecución de estos 17 objetivos haciendo cuanto esté en nuestra mano para los proyectos en los que participemos o impulsemos. Los espacios en los que los desarrollemos y las acciones que despleguemos sean medioambientalmente sostenibles y socialmente justos e inclusivos. Fraguaremos alianzas con otros sectores y con tantos agentes se impliquen por su parte en lograr estos objetivos. Cuidaremos de la sostenibilidad de todos los sectores que integran la cultura para que la cultura contribuya a la sostenibilidad debe a su vez ser sostenible. No se entendería que propugnásemos valores de justicia y respeto al medioambiente si en nuestra acción no los respetamos, nuestra fuerza emanara de nuestro compromiso real con el cambio que defendemos. Respetaremos y haremos porque se respeten los derechos humanos de todas las personas. Y hoy hago mía la frase que pronunciaría kofi annan el 10 de diciembre de 1997 cuando se aproximaba el 50 aniversario de la declaración de los derechos humanos que es la siguiente: “no existe un solo modelo de democracia, de derechos humanos o de expresión cultural para todo el mundo, pero para todo el mundo ha de haber democracia, derechos humanos y una libre expresión cultural. Los derechos humanos son nuestros derechos: tómenlos, defiéndalos, promuévanlos, entiéndalos e insistan en ellos, aliméntenlos y enriquézcanlos, son lo mejor de nosotros. Denles vida.”.

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