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Alfonso Lara y Alberto Iglesias participan en la obra teatral 'La Strada'

Ficha técnica


Fecha 22/11/2018
Parte 1
Duración 00:10:50
Sonido Totales
Edición Editado
Localización Madrid

Alfonso Lara cuenta cómo es ir de gira con una obra de teatro: “en todas las funciones pasa como que la estrenas muchas veces, no acabas nunca de estrenar”. Asegura, no está nervioso pero si tiene presente la responsabilidad: “más que nervios es sensación de responsabilidad”. Para él, Anthony Quinn es un actor muy natural y confiesa, le recuerda a su padre: “me parece muy humano y natural. Físicamente su cara me recuerda a mi padre”. Alfonso interpreta a Zampanò, el mismo personaje que encarnó Anthony Quinn en pantalla y asegura, comparten algunos rasgos pero son versiones diferentes: “sería un error intentar repetir. En cosas me pareceré, en cosas no, porque el personaje tiene sus cosas familiares pero son medios distintos”. Su objetivo con esta obra teatral es remover la conciencia del público y provocar en él una profunda reflexión: “a mí me interesa que la gente se vaya a casa conmovida y habiendo compartido con nosotros una reflexión dolorosa pero común”. Alfonso Lara nombra a su director, Mario Gas, como el Orson Welles del teatro: “es una persona con mucha imaginación, es Orson Welles en el teatro. El teatro es juego y a eso se dedica, con rigor y con exigencia. Para mí ha sido muy placentero”. Alberto iglesias anima al público a ver ‘La Strada’ y asegura, disfrutarán de una bonita velada: “la gente va a disfrutar de una bonita velada de teatro”. La obra teatral no se ha inspirado en la película de Federico Fellini: “nosotros trabajamos sobre un texto escrito para teatro y así lo hemos recibido. Es una preciosidad de película y es un referente pero no es excluyente”. El actor habla de la conexión que se establece entre actores y público: “hagas lo que hagas, quieres que las palabras que encarnas seduzcan y conmuevan a la persona que te está mirando y con la que estás compartiendo función”. Se sienten agradecidos de poder trabajar bajo la dirección de Mario Gas por su talento: “tenemos la suerte de contar con Mario, un hacedor de buenos clímax”. Aseguran, hay muy buen feeling con el resto del reparto y eso facilita el trabajo: “en el escenario nos escuchamos, nos miramos, estamos dispuestos con el otro” Entrevista Alfonso Lara y Alberto Iglesias: - (pregunta) Al: En todas las funciones pasa como que la estrenas muchas veces, no acabas nunca de estrenar. Te enfrentas a otro tipo de público, a un teatro que tiene mucho prestigio. Más que nervios es sensación de responsabilidad. - A lo mejor uno se queda más tranquilo cuando ha tenido una buena crítica. Ai: bueno, sin duda, la respuesta del público que hemos tenido en avilés ha sido fantástico. Ver que el espectáculo iba por el camino que nosotros queríamos que fuera. Había sonrisa, emoción, poesía y la gente lo recibe fascinada. Venimos aquí siempre nerviosos pero venimos confiados de que lo que tenemos es un trabajo potente, sólido, profundo, hermoso y confiando que la gente va a disfrutar de una bonita velada de teatro. - Es complicado ser íntimo y venir de una adaptación de una película. Ai: la película no ha interferido para bien o para mal, nosotros trabajamos sobre un texto escrito para teatro y así lo hemos recibido. Es una preciosidad de película y es un referente pero no es excluyente. - ¿Cómo ha sido enfrentarse a interpretar un personaje después de Anthony Quinn? Al: Con mucha curiosidad, Anthony Quinn para mí es muy familiar. Me parece muy humano y natural. Físicamente su cara me recuerda a mi padre. Vi la película hace mucho tiempo pero no me lo tomo como un desafío. Sería un error intentar repetir. En cosas me pareceré, en cosas no, porque el personaje tiene sus cosas familiares pero son medios distintos. - ¿Qué es lo que os gustaría que el público se lleve de vuestros personajes? Al: El teatro que a mí me interesa es el que plantea preguntas. Se lanzan al público, como actores, nos ponemos en el lugar de estos personajes que cuestionan cosas individuales y generales. Te pregunta sobre la naturaleza el amor, de la crueldad, la imposibilidad de amarse, el poder que debería tener la inocencia y que nunca llega a ocupar cargos de responsabilidad. A mí me interesa que la gente se vaya a casa conmovida y habiendo compartido con nosotros una reflexión dolorosa pero común. Ai: Yo no quiero que se lleven nada de mi personaje, quiero que salgan conmovidos, removidos, contentos, divertidos, y con eso sería suficiente. Lo bonito de esta función es que siendo solamente 3 personajes cada uno, y sin ser opuestos, cada uno ve la vida de una forma distinta. Seguramente a muchos espectadores que vengan vean que es difícil elegir entre lo impuesto o lo deseado. Hagas lo que hagas, quieres que las palabras que encarnas seduzcan y conmuevan a la persona que te está mirando y con la que estás compartiendo función. - ¿Cómo ha sido el trabajo entre los 3? Ai: Ha sido muy riguroso, muy exigente pero muy fácil. Ni si quiera hemos tenido que saltar ninguna barrera. Cuando el proyecto es tan grande todo va en función de eso. Tenemos la suerte de contar con Mario, un hacedor de buenos clímax. Entre nosotros de momento estamos en un lugar Al: Compartimos camerino sin problema. Ai: En el escenario nos escuchamos, nos miramos, estamos dispuestos con el otro. Creo que estamos todos muy entregados con el otro y sabemos que no estamos solos, eso da mucha confianza. - ¿Habíais trabajado con Mario? Al: Él sí, yo no. He estado a punto en un par de ocasiones y por fin. - ¿Cómo ha sido el trabajo con él para ti? Al: Fácil, él es muy listo y primero te hace una especie de test con conversaciones. Es lógico que quiera hondar un poco y tenga interés en conocer a todo el equipo. Es una persona con mucha imaginación, es Orson Welles en el teatro. No le importa probar de nuevo y cambiar cosas. El teatro es juego y a eso se dedica, con rigor y con exigencia. Para mí ha sido muy placentero.

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