José Mota lamenta que Buenafuente y Silvia Abril no vayan a presentar las Campanadas

José Mota regresa a TVE con el especial de Nochevieja y nos habla sobre los cambios a la hora de hacer humor "me parece que el cómico tiene que gozar de plena libertad para responsablemente hacer la comedia que cada uno sienta y quiera. Yo abogo y defiendo eso al 100%. Los tiempos cambian, yo creo que cambian las formas, cambian las maneras, los modos" el cómico cree que: "no tiene sentido mirar con la óptica o juzgar con la óptica de ahora, el trabajo que hicieron otros compañeros que era otro tiempo, no tenía nada que ver" José Mota nos asegura que no será el encargado de dar retransmitir las campanadas este año: "no, no, no, no, juro que no, miento, si no lo diría, quedaría francamente mal" sobre la ausencia Buenafuente en las campanadas: "pues es una pena, es una pena, ¿no? Pero según me he enterado, Andreu necesita descanso y yo creo que ha hecho lo correcto. Está muy bien, lo primero es eso" Total José Mota: - igualmente feliz navidad - un año más haciéndonos reír - un año más nada es un verdadero placer un lujo y a qué viendo el tiempo esa autoconciencia de a ver, es decir, qué hermoso, qué bonito el poder tener la responsabilidad cada año y el lujo de poder narrar, contar una historia en un momento tan especial como es el especial de Nochevieja de Televisión Española que sigue siendo el histórico, el histórico en el que estuvieron Martes y Trece, Gila, Tipicol, bueno pues toda la gente, Morancos, todos que han ido haciendo especiales. para mí es un lujo. - ¿Cómo ha cambiado, bueno, en esta trayectoria de 17 años del especial de Navidad, qué es lo que recuerdas de antes y cómo lo haces ahora? - 25 realmente, son con Juan y luego luego aparte ¿no? ¿Cómo ha cambiado la manera de contar, de hacer humor? Bueno, yo creo que en todos estos años afortunadamente hemos conseguido, hemos conquistado, hemos tenido un montón de logros sociales y eso pues de alguna manera también conlleva a cierta responsabilidad, a la hora de hacer comedia. Que no estoy diciendo prohibición, porque yo no creo en la prohibición en la comedia en absoluto. Es como poner puertas al campo. Me parece que el cómico tiene que gozar de plena libertad para responsablemente hacer la comedia que cada uno sienta y quiera. Yo abogo y defiendo eso al 100%. Los tiempos cambian, yo creo que cambian las formas, cambian las maneras, los modos en qué contar, cómo contar la comedia y, en ese sentido, de lo que contaba de ciertos logros sociales, evidentemente hay cosas que entonces, tiempo atrás, se hacían que de ninguna manera tienen cabida ahora mismo y además debe de ser así, ¿no? Lo que pasa es que yo creo que hay que mirar con cierta objetividad todo el trabajo que se hizo hace tiempo y con la lupa correspondiente o la óptica correspondiente. No tiene sentido mirar con la óptica o juzgar con la óptica de ahora, el trabajo que hicieron otros compañeros que era otro tiempo, no tenía nada que ver. Lo bueno es que tenemos la conciencia que aquellas cosas donde se hacía... no sé, se parodiaban ciertas cosas que ahora lógicamente no tienen que ser parodiadas. Bueno, pues porque los tiempos cambian, afortunadamente íbamos conquistando un montón de cosas y me parece... pero de esa misma manera abogo por la libertad de cada cómico a la hora de hacer lo que quiera. ¿A ti te apetece hacer un chiste político? Por ejemplo, no es que se van a mosquear. Si tú estás haciendo humor sobre el desempeño público de un político, es un ejemplo que pongo, nadie tiene por qué mosquearse. Otra cosa es que tú a lo mejor decidas decir, no, me meto en la vida personal de alguien. Pues entonces, bueno, puedes tener el guiño, el mal encare, pero quiero decir, el cómico tiene que gozar de libertad a su planteamiento de programa, o de guiño, o chiste, o lo que quiera hacer. - Se ha vuelto a quedar en el aire el tema de las campanadas. ¿Serás tú? - No, no, no, no, juro que no, miento, si no lo diría, quedaría francamente mal. Imagínate que de aquí, juro que no, digo. Bueno, ya las di tres años, una con Juan, dos con Anne Igartiburu, y tengo un recuerdo de las campanadas. Siempre me ha ocurrido lo mismo. Pero, ¿por qué te metes en estos jardines? Porque, claro, es el directo más rabioso del año donde la televisión... Dios mío, tú imagínate que te pasa, como le digo a veces a mi amigo Santiago Segura, que me parece que va a estar este año en Antena 3, ¿no? Y te quedas en ese momento... Es una gilipollez, ¿no? Que tiene muchísima responsabilidad, ¿no? Y es verdad que a medida yo con Anne, que fuimos hablando y tal, no sé qué, porque cuando dicen... En un minuto dentro, la boca como el cartón. No te lo puedes imaginar. ¡Agua, agua! Me acuerdo que me acompañó mi amigo More, un cómico compañero mío. Me pasaba el agua, pero es verdad que empiezas y... Y luego todo ese temor se transforma en una satisfacción enorme. termina y dice, caramba, he recibido el año en el punto centro neurálgico... Cuece toda la emoción del país y es súper bonito. O sea, yo tengo un recuerdo maravilloso. - Es una lástima que Silvia y Buenafuente no las puedan dar... - Pues es una pena, es una pena, ¿no? Pero según me he enterado, Andreu necesita descanso y yo creo que ha hecho lo correcto. Está muy bien, lo primero es eso, ¿no? - ¿Sabéis al menos decirnos cómo está? - No, es que no tengo contacto con él directo. He leído quizá menos que vosotros. Nochevieja no te puedo contar nada. - ¿Y quién te gustaría que diera las campanadas? - Hay un montón de gente, he estado con Lala. Yo qué sé, hay un montón de gente que las puede dar y que están ahí en primera línea de fuego, ¿no? Entonces, no sé. Es que hay gente nueva, una propuesta nueva. Yo qué sé, ¿a quién te puedo decir? ¿A quién te puedo decir? Tendría que pensarlo. No lo sé. Tendría que pensarlo. ¿Cómo era el nombre? Sí, ya sé. ¿Te puedo decir quién? Nacho Mapacho. - Bueno, pues nada, algún deseo para el próximo año. - El único. Salud para quien no la tiene. Por Dios, salud. Sin salud no tenemos nada, absolutamente. No tienes ni ganas de querer. O sea, salud, de verdad, mis mejores deseos para la gente que está en hospitales, que lo está pasando mal. Y quiero mandar un fortísimo abrazo a la gente, a toda esa gente que siempre digo que camina descalza por la vida y no se le oye. Que es toda la gente que presta voluntariado en hospitales y que se deja en la vida por los demás. Les mando un abrazo enorme. Un abrazo. Que tengáis una despedida de año maravillosa.