Casi 2 de cada 10 chicas faltan a clase por no poder comprar productos de protección menstrual

Ficha técnica


Fecha 14/03/2024
Parte 1
Duración 00:18:34
Sonido Totales y Ambiente
Edición Bruto Compactado
Localización Madrid
Firma Europa Press

El impacto de la pobreza menstrual en el absentismo escolar pone en situación de vulnerabilidad a muchas niñas, haciendo que pierdan la oportunidad de acudir a clase por no tener acceso a productos de protección menstrual. Así lo ha demostrado el estudio realizado por Metroscopia para Evax, "El absentismo escolar debido a la pobreza menstrual en España " para el que se han realizado 2.800 entrevistas a diferentes grupos de la población, incluyendo 1.000 a una muestra representativa de chicas de edades comprendidas entre los 14 y los 25 años en el territorio nacional. Los datos muestran que casi 2 de cada 10 chicas de edades comprendidas entre 14 y 25 años han declarado haber faltado alguna vez a clase por no poder comprar una compresa o un tampón. Haciendo zoom en la franja en edad escolar, de 14 a 20 años, esta cifra se sitúa en el 16%, o lo que es lo mismo, 1 de cada 6 chicas. En cifras absolutas, el número asciende a 270.000 chicas. A su vez, el 3% de éstas, alrededor de unas 50.000, es decir, casi la misma población de Segovia , sufren esta situación de manera reiterada. Los métodos alternativos usados con mayor frecuencia por estas chicas son en su mayoría productos de celulosa como las toallitas higiénicas (47%) o pañuelos (34%), aunque la lista de sustitutivos incluye también un segundo par de bragas (26%), algodón (23%), un trozo de tela de ropa vieja (21%) o calcetines (11%). Además, más de la mitad (60%) reconoce que ha experimentado fugas de sangre por no tener la protección adecuada. Una situación que ellas mismas han descrito como "vergonzosa", o que les ha hecho sentirse "tristes" o "sucias". Estos datos son tan impactantes como que el 21% de los padres encuestados dice haber tenido dificultades alguna vez para costear los productos de protección menstrual para sus hijas. Un porcentaje que aumenta hasta el 34% entre las personas cuyo nivel de vida es declarado como insuficiente o hasta el 30% en el caso de los padres más jóvenes. Como consecuencia de estas dificultades económicas, el 19% de los padres menores de 45 reconoce haber permitido que sus hijas se quedaran en casa mientras que el 13% admite haber enviado a sus hijas a clase sin la protección adecuada, a pesar de ser conscientes de que la necesitaban. Este contexto muestra la necesidad, no solo de concienciar a la población española sobre la existencia de la pobreza menstrual en nuestro país (el 70% de la ciudadanía no conocen o confunden este término), sino de entender que se trata de una situación que requiere de la atención de todos para poder trabajar en reducirla hasta conseguir erradicarla.

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