Nina Ricci presenta su colección otoño-invierno 2017 en Paris

Para la colección otoño-invierno de Nina Ricci, Gillaume Henry revisa los códigos de las cowgirls del oeste americano, en una mezcla de referencias al rodeo y a la estética circense. La mujer Nina Ricci viaja y se divierte. La paleta de colores retrata el humor alegre de las chicas del rodeo: suaves tonos pastel de gris azulado, rosa y amarillo se contrastan y estructuran con el negro, el azul marino y una gama de grises. Los materiales stretch – encaje o seda lacada – se entremezclan con estampados inspirados en el corral y en la arena del rodeo. Las aplicaciones y lazadas en cuero o piel de lagarto dan a las piezas un lujoso remate que se acentúa con los flecos, tratándolos como un tejido más. Los abrigos en pelo de cordero de Mongolia expresan el refinamiento característico de la casa, con un original sentido del humor. A su llegada a París, el precioso polvo del Valle de la Muerte se refugia en la Avenue Montaigne . En una elegante y sensual celebración, las ajustadas prendas de día – bodis de lentejuelas, encaje o seda lacada – se visten bajo abrigos acolchados en azul cielo con un corte de estilo vaquero. Los escotes pronunciados revelan, sin ningún pudor, sujetadores anudados. Un vestido elástico de lentejuelas en negro y azul marino se desliza bajo una gabardina de pana con grandes botones trenzados, todo en beige o en turquesa de Nevada. Pantalones estructurados de cintura alta de tricot se ribetean con pieles a contraste. Una blusa pierrot o una chaqueta setentera se perfilan con forma de guitarra cayendo sobre un hombro para dejar a la vista la lencería de encaje elástico. Zahones en color caramelo con perforaciones laterales revelan la curva de la cadera, justo donde una mano podría acariciar