Lola (superviviente de violencia de género) asegura "haberse perdonado" y "sentir admiración"

Lola es una de las doce mujeres que nos permite entrar a su vida a través de diferentes fotografías que se muestran en la exposición "Señas de identidad. Retratos de Mujeres". Tras un largo proceso de aprendizaje y un taller de fotografía, ha sido capaz de expresar la cara más amarga de la violencia de género y un cáncer. Ella se define ahora como una persona alegre, fuerte y muy diferente de aquella mujer que ha dejado atrás. Una mujer, que como ella califica, estaba "triste" y "anulada como persona". "Me dijeron de venir a Hèlia Dones y me ofrecieron hacer este taller. Yo al principio no sabía dónde me metía, pero me metí en algo que me ha hecho llegar a este momento de mi vida" explica Lola con una sonrisa en la boca. Lola asegura que ha evolucionado mucho, porque se ha dado cuenta de que a través de una cámara su vida ha cambiado . "Es un orgullo pensar que yo venía de algo que me había hecho pequeñita y que ahora puedo exponer" apunta. Buscando sus fotografías en la exposición, Lola se percata de que casi tres años atrás no era capaz de mostrar su cara en los autorretratos que consiguió crear en el taller de la Asociación Hèlia Dones y la Fundación Joan Miró, junto con las talleristas de CLICme. Toca el retrato y minutos después denuncia que sé "las suele juzgar por no haber denunciado antes su situación de violencia". "Yo siempre lo digo y lo diré. Esto es un tema de educación. Educación, educación y educación. Una mujer no es una posesión" explica Lola. Hace una pausa y acto seguido se dirige a la cámara para animar a todas las mujeres a "empezar una nueva vida". "Se puede y vas a empezar una nueva vida, des del que tú te quieres, desde el que tú te amas. A la primera persona que tienes que querer es a ti misma" Lola asegura haberlo conseguido, además de creer firmemente que a "esa mujer que se quedó", la quiere, la respeta, la perdona y la admira.