Ficha técnica
Ni la lluvia ni el confinamiento decretado por el estado de alarma ante el avance del coronavirus han callado este Viernes Santo a centenares de tambores que han acudido a la llamada de la Junta Regidora de las Turbas para inundar los balcones de Cuenca con el característico repiqueteo propio de la procesión Camino del Calvario.
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