Ficha técnica
El estado de alarma decretado ante la pandemia del Covid-19, ha dejado las calles sumidas en un silencio casi absoluto, que se rompe cada día a las 8 de la tarde en forma de aplausos. Esta iniciativa, que no ha cesado durante las tres semanas que llevamos de confinamiento, se ha convertido ya en parte de la rutina de muchos ciudadanos. Desde ventanas, balcones o incluso terrazas mandan esta señal de apoyo y reconomiento al personal sanitario, servicios de emergencia y cuerpos de seguridad que luchan de forma incansable. En agradecimiento, cada vez son más los trabajadores que paran a devolvérselo. Estos aplausos, que comenzaron casi en la oscuridad de la noche, se disfrutan ya con luz natural, debido al cambio de hora. De una forma u otra, es un momento de unión y solidaridad. Y es que, ante esta situación de confinamiento, los balcones de los hogares se han convertido en el escenario para lanzar un mensaje de empatía en un lenguaje universal, el aplauso.
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