Ficha técnica
Declaraciones de la acusada del crimen de la Guardia Urbana, Rosa Peral, que ha explicado que el también acusado Albert López entró la noche del crimen en la casa donde ella convivía con la víctima saltando la valla, y que llevaba una pistola e iba con una braga y unos guantes de jardinería, lo que la asustó: "Me quedé inmovilizada, me quedé quieta. Solamente me moví en el momento que él me pidió el teléfono. Me vi con valor de tirarle el teléfono y salir corriendo".
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