La lejía cumple 125 años en España

La lejía cumple 125 años en España con la aparición de la primera botella de lejía Conejo en 1889. Desde su entrada en la vida cotidiana de los españoles se ha convertido en un producto indispensable. 8,5 de cada 10 familias de nuestro país confían en sus propiedades. Su alta efectividad y precio asequible la convierten en un producto fundamental en más de 14 millones de hogares españoles. El 95% de las familias españolas confían en la lejía para limpiar y desinfectar, con un consumo medio de lejía por hogar de 26 litros al año. Sus potentes propiedades la convierten en el método más eficaz para eliminar restos de suciedad, olores, manchas en la ropa y desinfectar en distintas zonas del hogar. Además en los últimos años, se ha registrado un aumento del consumo de lejía, sobre todo entre la población más joven. Ahora casi nadie se acuerda pero hasta 1967 la lejía se vendía en envase de cristal retornable y con tapón de corcho. Actualmente en el lineal se distinguen las lejías por gama de colores en función de su aplicación: las amarillas con un beneficio principalmente desinfectante (imagen lineal Conejo), las blancas que son específicas para la ropa e incorporan a su fórmula fibroprotectores para proteger los tejidos (imagen lineal Neutrex) y por último, las azules que son un producto 2en1 y que se comenzó a fabricar al observar el uso que hacían los consumidores de mezclar detergente + lejía (imagen lineal Estrella). En los países del Tercer Mundo, la Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de lejía como método eficaz y económico para la desinfección del agua y así convertirla en agua potable.