Ficha técnica
Imágenes del tatuador Pascual Julián, afectado por la dana ya que tenía previsto abrir su local en Alfafar, 'Señor Lobo Tattoo Studio', una semana después del 29 de octubre. La apertura se tuvo que aplazar meses tras quedar el establecimiento arrasado por el agua. Julián defiende que el tatuaje es "una cicatriz que cura otra cicatriz" y tiene un "punto terapéutico" tras la tragedia. La dana que dejó 229 víctimas mortales en la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre ha dejado marcas física y piscológicas pero también dibujos que quedan en la piel para la posteridad a través de tatuajes que muchos afectados utilizan como "terapia" para curar "cicatrices". Y entre los elegidos, la palabra 'resiliencia' es de las más utilizadas.
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