Ficha técnica
Imágenes de la mercería Ángeles en Paiporta, a unos metros del barranco del Poyo y que quedó arrasada por la dana del 29 de octubre. Dos meses después de la tragedia, en diciembre, pudo levantar la persiana de su negocio como pudo y con el poco género que le pudieron traer los representantes. "Tenía solo dos estanterías de metal y cajas de cartón forradas con papel blanco, así empecé a trabajar", recuerda. Asegura que pese a que intenta olvidar lo vivido ese día y evitar el estrés que les supone rememorar esa vivencia, eso es algo que detrás del mostrador de su tienda es "muy difícil": "Se recuerda todos los días, si no es una clienta es otra, es un tema todavía muy candente".
Relacionados