Ficha técnica
Con la llegada de agosto y una ola de calor intensa que está elevando las temperaturas a más de 42°C en numerosas zonas del país, España afronta una etapa crucial en la temporada de incendios forestales. Aunque la primavera ha sido especialmente lluviosa y no existe una sequía estructural, el calor extremo y la baja humedad relativa -en muchas regiones por debajo del 20 %- están secando rápidamente la vegetación, que creció de forma exuberante durante los últimos meses.
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