Carmen Borrego, cansada de que se le pregunte por Edmundo Arrocet

Carmen Borrego, más sincera que nunca, responde a todas las polémicas. Responde a la crítica de Gabriela Arrocet: "Si te lo dijeran a ti o a tu madre, ¿qué pensaría tu madre?". Prefiere no oír hablar ni de ella ni de Fiorella Vismara: "Nada que termine en 'ela'". Defiende que, por encima de todo, está honrar a la memoria de María Teresa Campos: "Yo sólo me voy a dedicar a respetar la memoria de mi madre, que es la única que se merece que se respete su memoria. Si los demás no lo quieren respetar, es problema de cada uno de ellos". Así responde al decirle que quizás Edmundo Arrocet no está respetando a su madre: "Que cada uno haga lo que crea conveniente. Yo no voy a opinar de lo que hacen los demás". Recuerda que son unos momentos muy delicados tras el fallecimiento de su madre y no desvela si su colgante lleva las cenizas de la presentadora: "¿Alguien entiende que se ha muerto nuestra madre? ¿Alguien lo entiende?" "No tengo nada que decir". Total a Carmen Borrego: - ¡Hola Carmen! Perdona que te moleste - Hola - Hoy está siendo un día difícil, dices ¿no? - Están siendo días difíciles y de verdad que no voy a contestar a nada, os pido por favor que no me preguntes por nada desagradable. Yo comprendo que es vuestro trabajo y lo respeto, pero dadme un poco de aire, ¿vale? - ¿Estás un poco agobiada con toda la situación imagino, no Carmen? - ¿Alguien entiende que se ha muerto nuestra madre? ¿Alguien lo entiende? - No sé yo - ¡Ah! Porque a lo mejor si lo entiende alguien, que no sois vosotros que no tenéis culpa, a lo mejor entenderéis cómo estamos - Se está hablando mucho de ese colgante que llevas que podría ser - Yo no hablo de colgantes ni hablo de nada, mi vida - ¿Podría ser de las cenizas de tu madre? - No tengo nada que decir - ¿No quieres pronunciarte al respecto? - Es que no tengo nada que decir, absolutamente nada que decir. Cuidado que te vas a caer. - La familia de Edmundo o supuestamente hacen llamarse así, están siendo muy duras con vosotras, Carmen, pero muy duras. - Me da igual, no voy a hablar de ese tema tampoco. De verdad, ya por favor. - La última. Es que Gema ha dicho una frase muy dura en plan que ojalá no le hagas tú a tus hijos lo que tú le has hecho a tu mamá, es que me parece algo Han dicho, inclusive, denunciable. - - ¿Te duele, no? Me callo mejor. - No lo sé. Si te lo dijeran a ti o a tu madre, ¿qué pensaría tu madre? - Yo hubiese reaccionado también, hazme caso. - Entonces ya, ¿vale? - Ni Fiorella, ni Gabriela, ni todo lo que tengan que decir. - Nada que termine en 'ela'. - Nada, nada. - Vale. - No ofende quien quiere, sino quien puede. - Efectivamente, y ya está. Yo sólo me voy a dedicar a respetar la memoria de mi madre, que es la única que se merece que se respete su memoria. Si los demás no lo quieren respetar, es problema de cada uno de ellos. Yo voy a respetar la memoria de mi madre. - La última, te lo prometo, por mi madre también. Ojalá que Edmundo también haga eso: Respete la memoria de María. - Que cada uno haga lo que crea conveniente. Yo no voy a opinar de lo que hacen los demás. Yo hago lo que creo que tengo que hacer y nada más. - Vale, pues te dejo disculpas la intromisión, las preguntas y gracias por aguantar el tipo siempre. - Es vuestro trabajo, ¿te crees que yo no sé que es tu trabajo?