Ficha técnica
Ramón García se emociona al hablar sobre cómo Pepe Domingo Castaño hubiera querido que le despidieran: "Los gallegos son así, tienen hilo directo con las meigas. Él dijo que iba a llover lo más grande y hoy ha llovido bastante esta mañana pero en cambio mira, hemos venido aquí y estaba saliendo el sol, que es como un guiño que nos hace diciendo 'venga, sonreír y dejadme en paz que hay que ir a otra cosa. Lo mejor que podéis hacer hoy es tomar una copita'". Defiende que el locutor siempre tuvo afán de aprendizaje: "'qué maestro ni qué leches. Somos aprendices de todo'. Y él siempre se fijaba en la gente joven. Una persona que con setenta y nueve años, con ochenta ya cumplidos, ha seguido en activo en la radio, eso no es gratuito. Eso es porque estás capacitado, porque te has preparado, porque has sabido beber de la gente joven, estar en el mundo actual. Y él siempre fue un hombre revolucionario". Ramón García comenta lo importante que es recordar los buenos momentos vividos con Pepe Domingo Castaño: "todos los compañeros que hemos tenido la suerte de compartir tiempo con él y charlas y alguna copilla, también, porque Pepe siempre fue un disfrutón y hoy, aunque estemos todos con la lágrima, estamos intentando también que sea un día de contar anécdotas y de recuerdos porque estaríamos aquí toda la tarde y noche contando cosas buenas de Pepe". Total Ramón García: - Buenas malas tardes, hoy. - Vaya semanitas que llevamos, Ramón. - Sí, sí, la verdad es que no son días muy bonitos. Hoy hemos venido a despedir al locutor. Pepe era el locutor, en el más amplio sentido de la palabra. Si hablamos de radio hablamos de Pepe Domingo Castaño. Ya habéis visto toda la gente que está aquí, todos los compañeros que hemos tenido la suerte de compartir tiempo con él y charlas y alguna copilla, también, porque Pepe siempre fue un disfrutón y hoy, aunque estemos todos con la lágrima, estamos intentando también que sea un día de contar anécdotas y de recuerdos porque estaríamos aquí toda la tarde y noche contando cosas buenas de Pepe. Pero bueno, se ha ido la voz de la radio. Es una etapa que ya no va a volver y Pepe le ha dado carpetazo. En vez de 'Hola, hola' hoy hay que decir 'Adiós, adiós'. Pero va a estar siempre con nosotros, eso no cabe duda. - ¿Cómo era como persona Pepe? - Pepe era un encanto de tío, un tío muy generoso, muy recto en su trabajo, un hombre que le gustaba hacer bien las cosas, con una creatividad maravillosa. Yo le recordaba a los compañeros de 'Tiempo de juego', que he estado charlando con ellos, que él siempre me decía: Ramón. A él le fastidiaba mucho cuando te dicen 'maestro', a mí también. Yo siempre decía 'maestro, Pepe, qué maestro ni qué leches. Somos aprendices de todo'. Y él siempre se fijaba en la gente joven. Una persona que con setenta y nueve años, con ochenta ya cumplidos, ha seguido en activo en la radio, eso no es gratuito. Eso es porque estás capacitado, porque te has preparado, porque has sabido beber de la gente joven, estar en el mundo actual. Y él siempre fue un hombre revolucionario en la radio, un hombre que supo hacer de la realización musical en la radio algo maravilloso. Incluir la música en los comentarios, en las entrevistas, en la publicidad. él creó un género de publicidad. También me gustaría recordar su época muy buena en televisión, que también la tuvo Pepe. Y de cantante. Era un gran comunicador, un comunicador completo. Y hoy bueno, la radio, sobre todo la radio, está triste pero le seguiremos escuchando siempre. - Y un día lluvioso, que hablaba él también. - Es que lo ha clavado. Los gallegos son así, tienen hilo directo con las meigas. Él dijo que iba a llover lo más grande y hoy ha llovido bastante esta mañana pero en cambio mira, hemos venido aquí y estaba saliendo el sol, que es como un guiño que nos hace diciendo venga, sonreír y dejadme en paz que hay que ir a otra cosa. Lo mejor que podéis hacer hoy es tomar una copita. - Ya está, gracias. Muchas gracias, Ramón. Muy amable, gracias.
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