Juan Antonio García Obregón, emocionado tras su discurso en el homenaje a su padre

Juan Antonio García Obregón, emocionado tras su discurso en el homenaje a su padre: "Es un poco complicado, vamos, para mí ha sido complicado y emotivo porque he intentado trasladar un poco su origen, que era de una familia muy humilde, y todo su recorrido que el mérito que ha tenido es su exigencia en el trabajo, su constancia porque no se pueden hacer las cosas sin constancia y sobre todo con ilusión. Eso ha sido y nos ha marcado a todos.". El hermano de Ana Obregón también ha tenido unas bonitas palabras para su madre: "No puede haber un gran hombre sin una gran mujer a su lado, en igualdad por decirle, y mi madre le ha apoyado y ha estado en los menesteres menos laborales en el sentido profesional, pero ha estado ahí al pie del cañón como todas las madres que conocemos y todas las madres que llevan una labor bastante callada, pero hacen una labor que la vida sea posible y que sea una familia equilibrada". Juan Antonio celebra que hayan puesto el nombre de su padre a un paseo en La Moraleja: "Sí, bueno, la plaza era la entrada de la moraleja y la parte central que veis ahora con adoquines, era un camino por el que entraban a caballo con diligencias y demás cuando esto era un coto en la época de Carlos III, que venían a cazar aquí, y, bueno, estos edificios que veis se hacían en el año 46 los de la entrada principal y estos laterales, como he contado, en el año 76. Luego, la parte de allí, que también la hicimos, pues ha sido un gran acierto porque ha complementado muy bien y ha dado mucha importancia a la moraleja como urbanización". Total Juan Antonio García Obregón: - Lo que os parecéis los hermanos. - ¿Sí? - Ahora que os hemos visto ahí, os parecéis un montón. - Ya. - A lo mejor Javier es el más distinto. - Bueno, Javier es el más pequeño y se le consienten muchas cosas. - Qué día más emocionante para la familia. - Pues la verdad es que sí, ha sido muy emocionante y, además, hemos tenido la suerte de que hiciera un gran día. Estamos felices, estamos felices todos aquí celebrándolo. - Enhorabuena por su lectura porque resumir la vida de un padre ha tenido que ser difícil. - Es un poco complicado, vamos, para mí ha sido complicado y emotivo porque he intentado trasladar un poco su origen, que era de una familia muy humilde, y todo su recorrido que el mérito que ha tenido es su exigencia en el trabajo, su constancia porque no se pueden hacer las cosas sin constancia y sobre todo con ilusión. Eso ha sido y nos ha marcado a todos. - Ana también ha querido resaltar la figura de vuestra madre con esa carrera y esa vida. - Desde luego. Yo lo puedo reafirmar, es decir, no puede haber un gran hombre sin una gran mujer a su lado, en igualdad por decirle, y mi madre le ha apoyado y ha estado en los menesteres menos laborales en el sentido profesional, pero ha estado ahí al pie del cañón como todas las madres que conocemos y todas las madres que llevan una labor bastante callada, pero hacen una labor que la vida sea posible y que sea una familia equilibrada. - Qué buena elección esta plaza, ¿verdad? - Sí. - Tiene su nombre porque esto es de él. - Sí, bueno, la plaza era la entrada de La Moraleja y la parte central que veis ahora con adoquines, era un camino por el que entraban a caballo con diligencias y demás cuando esto era un coto en la época de Carlos III, que venían a cazar aquí, y, bueno, estos edificios que veis se hacían en el año 46 los de la entrada principal y estos laterales, como he contado, en el año 76. Luego, la parte de allí, que también la hicimos, pues ha sido un gran acierto porque ha complementado muy bien y ha dado mucha importancia a La Moraleja como urbanización. - Muchísimas gracias y enhorabuena. - Muchas gracias por vuestra atención y estar aquí presentes. Sobre todo, sois siempre muy amables.