Anabel Pantoja llega a Madrid y asegura que están siendo unos momentos muy difíciles en su vida

Anabel Pantoja llega a Madrid y asegura que están siendo unos momentos muy difíciles en su vida: "sí". Al preguntarle qué ha ocurrido para que hayan roto su relación, responde: "lo siento, es que no te voy a contestar". Ante la sorpresa de los medios al hacerse pública su ruptura, responde: "no voy a decirte nada, perdóname, de verdad, sinceramente". Confiesa que está siendo un día duro y por eso prefiere no hacer declaraciones: "era un día duro". Aún así, asegura que en la vida hay que seguir adelante: "sí". Ha podido disfrutar del calor de su familia y de la gran mano en la cocina de su madre, Mercedes Bernal: "me he comido hoy un puchero que flipas". No pierde el buen humor a pesar de los momentos que está viviendo y no desvela si es cierto que Yulen Pereira le habría sido infiel con Melania. Este tema es en exclusiva Total Anabel Pantoja: - Hola, Anabel. - ... - Sentimos mucho lo que te ha pasado sentimentalmente hablando... - ... - ¿nos puedes atender? Sé que vas hablando por teléfono. - No, es que no voy a hablar, cariño. Si no te importa, ¿vale? - ¿Cómo te encuentras? - No voy a hablar de nada, ¿Vale? - Te tengo que preguntar. - (Por teléfono) ya me han pillado aquí, Juan. Yo intentándome despistar. - Se han dicho muchas cosas. ¿Ha habido infidelidad o supuesta infidelidad? Porque Yulen dice que decimos tonterías, que no nos inventemos cosas. Él lo niega. - ¿Eh? - Él nos ha dicho eso. - (Por teléfono) sí, claro. - Tú, recibiendo el apoyo y el cariño de tu madre, esos abrazos que te reinician, como dices. - ... - Anabel, momentos muy delicados. - Perdona, cariño, voy hablando por teléfono. - Si yo te entiendo. - Yo también a vosotros, pero no os voy a atender. No voy a contestar a nada y no quiero tampoco ser maleducada. - Estamos contigo. - (Por teléfono) Juan, escúchame, que ya he llegado. - Atiéndenos, porfi. - (Por teléfono) ahora te llamo para lo del baño. Venga, hijo. - Gracias. - Verdaderamente, no te voy a atender. No quiero ser mala. - Yo te lo agradezco, de verdad, este momento porque sé que es difícil para ti. - Sí. - ¿qué te parece que Yulen lo niegue, que Yulen dice que nos inventamos las cosas? - ¿Tengo que ir hasta allí? - Te acompañamos. - No. ¿tengo que ir hasta allí? Nunca he salido por esta puerta. - Al menos sonríes, que es importante, Anabel. La vida sigue. - ... - ¿Qué va a pasar ahora? - Ten cuidado. - No te preocupes. Has sido muy clara en tus redes sociales. Has puesto una foto tuya en bikini poniendo las medidas. ¿Eso es un lanzamiento, una respuesta a esa tal Melania? - ... - Supuesta mujer con la que dicen que está Yulen, que ha estado... - ... - Muy duro porque te vimos antes de que partieras de viaje con tu tía, te vimos con él. Él fue a conocer a tu tía, yo estuve con vosotros y él fue a esa reunión. Muy fuerte que, después del viaje, acabara todo. - ... - ¿Qué ha pasado? ¿Cómo ha sido? - Lo siento, es que no te voy a contestar. Yo te entiendo, ¿pero me respetas? Ya me has preguntado todo, ¿te importa? - Algo me queda todavía. - Bueno, pues nada, acompáñame al taxi. Espero que mañana me dejes tranquila porque ya me has preguntado hoy todo, ¿no? - ¿Te he preguntado todo? A mí lo que me alegra, de verdad te lo digo, de corazón porque son momentos delicados, es que sonrías. - ... - En la vida hay que seguir, Anabel. - Sí. - Tu madre, lo mejor para ti. - Me he comido hoy un puchero que flipas. - Por eso te digo, hablamos de los pucheros, que también son una alegría. - El puchero y la ensaladilla de la Merchi. De verdad, chicos, de verdad. Si me entendéis, por favor. - Tú has dicho también que no te ha sorprendido nada de lo que ha pasado, que al final no te ha sorprendido nada, que te lo esperabas. - No voy a hablar de nada, ¿vale? - Quizás porque su madre está en el concurso en el que está. - Oye, perdona, ¿dónde se pilla el taxi? - Móntate en uno ya. ¿Puede subir? - Taxista: allí, en el árbol. - Venga, te llevo una maleta mientras hablamos. - No, no te preocupes. - En serio, dame la pequeñita. - Dejadme ya, ya, por favor, de verdad. - Belén Esteban te ha apoyado mucho, es verdad, tus amigos te están apoyando, que es lo importante. - (Suspira) - Para mí es un mal trago también, de verdad, lo siento mucho. - Ya, es que además. - ¿No quieres decir algo? ¿Ni un mensaje a Yulen ni nada? - ... - Es que nos ha sorprendido mucho, Anabel. A ti más. - No voy a decirte nada, perdóname, de verdad, sinceramente. - ¿Ni en ningún sitio ni nada vas a hablar? Luego dicen que a lo mejor por dinero hablas. Yo ya no sé qué decirte. - ¿Qué árbol? ¿Ese? Voy a cruzar. - Venga, cruza y ya si acaso yo creo que es ahí fuera. Todo llega. - Ya. - Yo te quiero ver sonreír. - Muchas gracias. - De verdad, todo nuestro apoyo porque está claro que tú has sido la abandonada, en este caso, ¿no? - (Suspira) aquí, ¿no? Madre mía. - Te doy las gracias por la paciencia que has tenido conmigo. - Nada. Que era un día duro. - ¿Días duros? - ... - Pero el apoyo de la gente. - Días duros no me refiero a vosotros, joder. - Te refieres a que la vida es dura, por supuesto. - Venga. - Te agradezco, de verdad, esta situación. - ¿Dónde está el señor? - Dentro. - De verdad. - Oye, ¿un mensajito para Yulen o algo que nos quieras decir? Nos ha sorprendido mucho que él no reconozca nada de esto. - Gracias, chicos. Hasta luego. - Gracias, Anabel. Este tema es en exclusiva