Mari Ángeles Grajal recuerda cómo ella y Rocío Jurado comparaban a sus maridos

Mari Ángeles Grajal recuerda cómo ella y Rocío Jurado comparaban a sus maridos: "Rocío y yo nos juntábamos y nos poníamos a recordar cosas de haber quién había cortado más orejas, si el suyo o el mío. Imagínate". Asegura que siempre salía Jaime Ostos ganando: "el mío porque se dejaba la vida todas las tardes". Está segura de que su marido hubiera subido al escenario para dedicarle unas bonitas palabras a José Ortega Cano: "absolutamente. Hubiera salido a decir de él lo que él no ha dicho". Reconoce en el maestro a una gran persona dentro y fuera del ruedo: "como torero, un figura del toreo, como hombre, un ser humano excepcional" "se merecía mucho más de lo que él ha dicho pero es muy humilde". Defiende que está mejorando en su vida privada y le anima a que se enamore: "ahora está remontando" "debe, debe creer". Total Mari Ángeles Grajal: - No me preguntéis por lo mismo, por favor. - Un día importante apoyando a tu gran amigo Ortega Cano. - Por supuesto. Al torero y al ser humano. - ¿Cómo le definirías? - Como torero, un figura del toreo, como hombre, un ser humano excepcional. - ¿Te has emocionado con el discurso del maestro? - Se merecía mucho más de lo que él ha dicho pero es muy humilde. - ¿Tú cómo le definirías? ¿Humilde? - Él es humilde, generoso, se entrega a los amigos, solidario. Un ser excepcional. - Está viviendo una etapa con muchas turbulencias, ¿usted cómo le ve? - Ahora está remontando. - ¿Le ve feliz? Quiere volver a creer en el amor. - Debe, debe creer. - ¿Usted le apoya, Mari Ángeles? - Por supuesto que si, ¿cómo no le voy a apoyar? - Están cuestionando que hay algo muy turbio detrás de él, que está dando un paso hacia atrás, que se está haciendo caquita. - De verdad. - Tú le apoyas, ¿no? - Totalmente. - Si Jaime estuviera aquí, él no habría faltado. - Absolutamente. Hubiera salido a decir de él lo que él no ha dicho. - Estaban muy unidos. ¿Qué ha sido lo que él no ha dicho y ha faltado? - Que ha sido muy grande, muy grande como torero. Ha cortado unas orejas en Madrid que no eran orejones, eran faenones. Era un tío muy entregado, lo pasó mal en una temporada se vino arriba y ha cuajado unas faenas maravillosas. - ¿Qué pensaría Rocío de todo esto? - Se habría subido al micrófono a decir lo que él no cuenta. Rocío y yo nos juntábamos y nos poníamos a recordar cosas de haber quién había cortado más orejas, si el suyo o el mío. imagínate. - ¿Quién ganaba? - El mío porque se dejaba la vida todas las tardes. - Rocío Carrasco, ¿Cree que vendrá? ¿O que se solucione todo con él? - ... - ¿Te alegrarías? - ... - Es un museo, las puertas están abiertas. - Claro. - ¿crees que debería venir? - ... - Gracias.