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Víctor Manuel habla acerca de la situación actual de Cataluña

Ficha técnica


Fecha 21/11/2019
Parte 1
Duración 00:11:12
Sonido Totales
Edición Editado
Localización Madrid
Firma Europa Press

Víctor Manuel habla acerca de la situación actual de Cataluña: “Es un desastre. Un desastre para la convivencia y para todo… me da mucha pena”. El cantante asegura estar sorprendido con el movimiento independentista: “Es una burguesía ilustrada que ha decidido tirar con la calle en medio sin saber un poco las consecuencias o sí las había. Porque a mí lo que me llama muchísimo la atención es como tanta gente puede ser abducido por una clase política”. El marido de Ana Belén también ha querido opinar sobre la situación actual en españa tras las últimas elecciones: “Hemos votado a la italiana pero no somos italianos. Los italianos son capaces no solo de gobernarse de esa manera sino cambiarse de partido en medio de una legislatura”. Total Víctor Manuel: - Bueno, muy buenos días Víctor Manuel. - ¿Qué tal? - Hoy presentamos 'El gusto es mío', en este caso nuestro, cuéntanos. - 'El gusto es mío'. Yo pensé en otros nombres para el libro, pero finalmente el editor se impuso y bueno, como estaba muy reciente 'El gusto es nuestro', pues me tocó 'El gusto es mío'. Bueno pues si fuese un libro de cocina a secas, la verdad es que casi me avergonzaría porque admiro tanto a los grandes cocineros y hay libros maravillosos que se han publicado durante todos estos años de recetas y técnicas de cocina, pero tiene algo más dentro, tiene la vida. Está la vida que uno ha hecho a veces alrededor de la comida, a veces huyendo de ella directamente, ¿no? Porque yo no siempre he comido bien, era un pésimo adolescente con la comida, y después me rehíce. - Cuéntanos un poquito cuando empezó a interesarte el mundo de la cocina. - Pues cuando vine a Madrid, que era muy joven, empecé a ver que había otras comidas que las que comíamos en el pueblo, que estaban muy buenas pero eran sota, caballo y rey. Entonces llegar aquí a Madrid… Cuento siempre como estrambote que yo no conocía el pulpo hasta que no vine a Madrid. Había visto solo dibujos pero no lo había probado porque no es una comida, bueno ahora es bastante común, pero antes no viajaba tanto la comida, ¿no? O descubrir mejillones al granel, las gambas y todo eso son cosas que ya descubrí bien en Madrid. Después, ya más tarde, después de aquellas giras muy aceleradas en un mini y comiendo bocadillos por toda España, pensé que también había otras comidas y entonces de repente caes por Valencia y descubres que hay una cosa que se llama paella que yo si había visto hacer paellas pero que no tenían nada que ver con la paella que allí se comía. O jamón, que ahora el jamón viaja mucho también pero antes sobretodo en Extremadura que caías por ahí y venías con un par de jamones en el coche. Son cosas me empezaron a interesar mucho y hacer viajes. A veces hacer viajes disparatados como hace 80 km para comer una cazuelita de sesos en un mercado en Jumilla, pues ese tipo de cosas. Alguien te lo dice y dices pues tengo que ir. - Ese es el verdadero placer, ¿no? Hacer un viaje gastronómico. - Sí, sí. Es algo que se disfruta muchísimo. Ana y yo lo hemos hecho mucho con amigos, sobretodo por el sur de Francia por la zona de la trufa y el foie… El persigno y se disfruta muchísimo. - Entonces podemos decir que en tu casa el que lleva el delantal eres tú. - Sí, siempre lo he llevado pero están muy repartidas las funciones porque yo no sé planchar, por ejemplo, no sé coserme un botón y eso alguien lo tiene que hacer en casa porque yo no sé hacerlo. - Cuéntanos un poquito cuál es tu plato estrella, este que cuando vienen los amigos dicen Víctor prepáranos… - Comen de todo, tampoco me pide nadie en concreto nada. Bueno, el otro día vinieron a casa unos recién casados que queríamos homenajearlos con otros amigos y si me pidieron un pescadito. Me pidieron un pescadito a la plancha y dije no, a la plancha no quiero, y lo hice a la sidra. Merluza a la sidra que salió muy buena y que se la comieron toda. - Sabemos que al menos uno de vuestros hijos, vuestra hija Marina, si ha seguido este gusto por la cocina. La pudimos ver en Masterchef y la verdad es que se le da de maravilla. - Sí, la verdad es que cocina muy bien y aprendió muchas técnicas estando en Masterchef. Sufrió mucho, mucho, porque perdió no sé cuantos kilos en las semanas que estuvo pero disfrutó mucho. Cocina mucho porque como es muy de trasnochar y eso, pues de repente cuando estaba en casa a las tres de la mañana de repente se ponía a cocinar cualquier cosa. Hacer un risotto, un arrocito y ahora es muy sibarita y viaja también para comer. - ¿Alguna vez os habéis puesto mano a mano los dos? - No, la verdad es que no. Ella me corrige o siempre me pregunta cuando yo estoy cocinando si he puesto este condimento en esto que estás haciendo y si le digo que no me dice, pues has de ponérselo. - También hablas de tus viajes culinarios por América Latina. - Sí, la verdad es que yo diferencio en América Latina a algunos países de otros. Hay algunos donde el gusto por la cocina es más estrambótico o no es nada directamente, pero hay países muy inspiradores. Pienso en México sobretodo, Chile, Colombia también, la parte caribeña muy inspiradora… O una parte de la cocina chilena también. Después hay otras más aburridas. - También nos rememoras un poco los sabores de Barcelona y tus primeros viajes a la ciudad condal. - Sí. - ¿Cómo los recuerdas? - Pues descubrí también cantidad de cosas que no sabía que existían. A mí que siempre me han gustado muchísimo las anchoas, pero allí descubrí lo que eran las anchoas de verdad. Después ya descubrí las de Santoña más tarde, las del norte. Pero sí, los bacalaos que a mí me gustan tanto. Bacalao a la llauna, los caracoles a la llauna también… Descubrí un montón de cosas en Cataluña. Las salsas tan delicadas que tienen, el capipota. Disfruté muchísimo y además era la prácticamente la primera vez que me montaba en avión, fui a grabar a Barcelona y para mí era todo un descubrimiento, ¿no? Vivía justo pegado a Las Ramblas, en un hotelito pequeño, y era arriba y abajo todo el tiempo. Muy cerca del mercado de La Boqueria. - Imagino que ahora cuando cuándo ves la situación por la que está atravesando Cataluña es una auténtica pena. - Es un desastre. Un desastre para la convivencia y para todo… Me da mucha pena, me da mucha pena. Siempre cuento que bueno yo he trabajado muchísimo en Cataluña y esas tonterías que dicen es que no te hablan en español es radicalmente mentira, y ha sido mentira siempre. Y lo es ahora también, ¿no? Que por encima de todo es gente educada. Si le hablas en un idioma que ellos conocen, pues te hablan el mismo idioma. Pero han pasado cosas difíciles de restañar, muy complicadas. De repente hay una gente que yo digo que no es una revolución, es una burguesía ilustrada que ha decidido tirar con la calle en medio sin saber un poco las consecuencias o sí las había. Porque a mí lo que me llama muchísimo la atención es como tanta gente puede ser abducido por una clase política, porque yo a una clase política le compro, bueno, cogiéndomela con pinzas prácticamente. Entonces, a ver que me cuentas y a ver que te compro yo y te puedo votar yo tapándome la nariz pero no abiertamente, ¿no? Y me llama muchísimo la atención, que una mercancía como yo pienso que es el nacionalismo, que es muy periclitado en el mundo, que de repente alguien se engancha a esa historia y les cuente la milonga de que van a ser europeos independientes todo eso y que compren en dos millones de personas. A mí me llama muchísimo la atención y resulta de todo punto inexplicable, pero lo puedo explicar desde la sentimentalidad básicamente. Es un sentimiento. Vale, es un sentimiento, pero con un sentimiento no se hacen políticas. - ¿Crees que está cercana una posible solución de la situación y cuál sería? ¿Apuestas por el diálogo? - Sí, pero el diálogo tiene unos objetivos. Hay que saber de qué vas a hablar no que dice alguien por encima de la mesa, que lo primero que hay que hacer es romper la Constitución o tirar para otros, pues es muy difícil. Me parece un poco pérdida de tiempo ponerse a dialogar por eso. Ayer decía un consejero que iban a hacer una mesa de partidos pero para hablar de un referéndum y cosas que la ley no permite, y que todo el mundo sabe esos caminos. Esta Constitución se puede cambiar si se incluye que hay una mayoría de dos tercios del Congreso y será cuestión de hablar y ver qué puntos hay de entendimiento, pero si pone encima de la mesa maximalismos pues es muy complicado hablar de nada. - ¿Crees que después de otras elecciones generales que acabamos de vivir por fin vamos a tener Gobierno? - Yo creo que va a haber gobierno. Seguramente vaya a haber gobierno precario evidentemente. Yo creo que esta situación en la que estamos se va a repetir durante años hasta que no se estabilice de alguna manera las cosas, pero bueno por otro lado es lo que ha decidido este país que en vez de dos grupos mayoritarios hayan un montón de grupos representados en la Cámara y cada uno con sus voces y con sus sentimientos. Eso yo creo que a medio plazo no tiene solución, tenemos que acostumbrarnos con el equilibrismo de Italia que eso lo dijo hace tiempo Felipe González. Hemos votado a la italiana pero no somos italianos. Los italianos son capaces no solo de gobernarse de esa manera sino cambiarse de partido en medio de una legislatura. No sé cuántos cientos se han cambiado en la última legislatura y eso aquí pues no sabemos qué hacer. - ¿Cómo ves esta coalición entre PSOE y Podemos y sí, como dice todo el mundo, crees que esto se podría haber evitado al haber llegado a un acuerdo anteriormente? - Sí, sí, por supuesto que se podría haber evitado. Yo creo que ahora se ha hecho mucho para que eso no se produzca el ascenso de la extrema derecha, claramente. De alguna manera le han visto las orejas al lobo y desde luego si han visto el CIS con detenimiento han visto que la popularidad de la clase política está por los suelos y eso también es muy peligroso. Entonces están condenados a entenderse. Todos los pasos buenos que están dando ahora, que antes no nos dieron, ahora son de una gran discreción. No habla nadie más de lo que debe con los medios, como tiene que ser, porque una negociación es una negociación y yo no quiero saber cómo se negocia ahí. Ósea, no me cuentes a diarios a también los resultados. Dime a que a ver si ahora os habéis puesto de acuerdo y ya está, y por lo menos eso se está haciendo mejor. - Muchísimas gracias. - Gracias. Este tema es en exclusiva

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