Ficha técnica
Irene Rosales tampoco quiso perderse este entrañable momento y acompañó a su marido y a su hija hasta el ayuntamiento de Guillena. Durante el recorrido de la cabalgata el público asistente no dejaba de jalear a Kiko. Europa Press no se hace responsable de la emisión de imágenes de menores de edad. Hay que taparles el rostro
Relacionados