Estela Grande no quiere ni oír hablar de su ex marido Diego Matamoros

Estela Grande no quiere ni oír hablar de su ex marido Diego Matamoros: "pues no tengo ni idea la verdad, no tengo ni idea y es que no me interesa, no me interesa nada" y reconoce que está en otro momento de su vida: "pues imagínate, estoy plena, estoy más feliz que nunca, es el mejor momento de mi vida. No hay nada ni nadie que me preocupe más que estos dos bebes que vienen" sobre cómo está llevando el embarazo, explica: "muy bien, estoy muy bien, la verdad que por suerte me encuentro súper bien, entonces me estoy disfrutando mucho del embarazo porque me está permitiendo hacer todo lo que quiero y más. Así que muy bien" en cuanto a si ha pensado en cómo será el momento de la llegada de los pequeños, reconoce: "le he dado mil vueltas y no dejo de darle mil vueltas y creo que es un momento que por mucho que yo piense, por mucho que yo planee, por mucho que me imagine, hasta que no esté aquí no voy a ser consciente y no voy a saber realmente para dónde tirar. Entonces hay muchas decisiones que ya he tomado pero que probablemente cambien cuando estén aquí los bebés" también el papá está feliz con la llegada de los niños: "es igual, el papá tiene un montón de ganas de que lleguen y yo le digo, bueno, tranquilo, van a llegar, tranquilo, vamos a aprovechar estas últimas semanas" TOTAL DE ESTELA GRANDE - Hola. - Buenas noches. Oye, ¿de cuánto estamos ya? - Pues de casi siete. Casi. - ¿Cómo estáis? - Muy bien, estoy muy bien, la verdad que por suerte me encuentro súper bien, entonces me estoy disfrutando mucho del embarazo porque me está permitiendo hacer todo lo que quiero y más. Así que muy bien. - ¿Se están portando bien? - Se están portando bien, los dos se están portando estupendamente bien. Muy bien. Así que bien, todo muy bien, muy bien. - ¿Al final dónde vas en el nacimiento? - Hombre, aquí en Madrid seguro. Sí, claro, yo soy de Madrid. Vivimos aquí en Madrid. Aquí, 100%. Bueno, no sé si me pillará por ahí de repente un día que me vaya, pero no, no, no, aquí. - ¿Y te han dicho que a lo mejor se puede adelantar? - ver, al ser dos, las probabilidades y las estadísticas de ahí se pueden adelantar, sí. Así que nosotros ya de una vez que nos comemos las uvas vamos a estar prevenidos, por si acaso. - ¿Cómo has pensado cómo puede ser ese momento? Supongo que le habrás dado mil vueltas... - Le he dado mil vueltas y no dejo de darle mil vueltas y creo que es un momento que por mucho que yo piense, por mucho que yo planee, por mucho que me imagine, hasta que no esté aquí no voy a ser consciente y no voy a saber realmente para dónde tirar. Entonces hay muchas decisiones que ya he tomado pero que probablemente cambien cuando estén aquí los bebés. - No sé si has vuelto a tener contacto con Diego, si se ha interesado. Además que según tengo entendido ahora atraviesa un momento difícil porque ha tenido un problema con sus perros. - Pues no tengo ni idea la verdad, no tengo ni idea y es que no me interesa, no me interesa nada. - Ahora estás en un momento totalmente diferente, un momento muy feliz. - Pues imagínate, estoy plena, estoy más feliz que nunca, es el mejor momento de mi vida. No hay nada ni nadie que me preocupe más que estos dos bebes que vienen. - Te va a cambiar mucho la vida. - Es lo que te digo, lo sé, sí, sé que me va a cambiar la vida, pero ¿realmente soy plenamente consciente? Creo que no. - Y el papá. - Es igual, el papá tiene un montón de ganas de que lleguen y yo le digo, bueno, tranquilo, van a llegar, tranquilo, vamos a aprovechar estas últimas semanas. - Y los abuelos. - Ay, sí, mis padres están felices, o sea, bueno, todos los abuelos. - ¿Es el primero? - Para los cuatro abuelos, son los primeros, así que estamos en palmitas, estamos en palmitas, sí, muy contentos. Muchas gracias, genial, seguro que sí, muchísimas gracias. - Feliz Navidad. - Feliz Navidad, madre mía, cómo pasa el tiempo. Qué fuerte, muchas gracias, gracias por alegraros tanto siempre.