Ficha técnica
Lucía Rivera habla de una faceta desconocida de su padre, Cayetano Rivera: "que sepáis que mi padre también baila, ¿eh? No tanto como mi madre, no tan bien, imposible, pero baila, baila. Tiene sus pasos prohibidos" evita decir nada en torno al polémico episodio que ha atravesado el torero: "ya hablaremos. Venga, chao" asegura que su novio y su madre se llevan muy bien: "se adoran. Me encantan, sí. Son los dos igual de cañeros, o sea, que de puta madre, sí" - Total a Lucía Rivera: - Hola, feliz vuelta al cole, morena, la moda. - Morena, no estoy tan morena como yo debería de estar. - Porque tu color de piel es verdad. - Es más moreno, esto es lo de invierno ya. - Ay, qué envidia, qué buen color. La vuelta al cole, el trabajo, la capital. - No me lo creo todavía. - ¿Cómo has hecho esa vuelta al cole? - Ayer, no ayer, ayer llegué. Pues ya trabajé ayer y ya trabajé hoy. Estoy aquí aterrizando, estoy como un poco tal, porque me he tomado un vino con mis amigas antes de venir. Entonces estoy, me pilláis, un poco rara. No borracha, pero rara. - Eso es una buena terapia, el hablar con amigas. - Llevaba sin verlas un montón, claro. - La mejor terapia. - La mejor terapia. Bueno, la psicóloga y después las amigas también, eh. - Retomando la realidad, retomando la rutina, y tu padre también la ha retomado. ¿Cómo ha sido volver otra vez ahí a los ruedos? - Qué rápido ha sido con mi padre. Hijo, de verdad, podías haberte esperado un poco, ¿no? A preguntarme algo mío, no sé. No sé, pregúntaselo a él. - Yo te había preguntado algo tuyo, y luego también seguimos con... No, pero bueno, es verdad, a ver, el verano, ¿Lo has pasado bien con tu madre? Vacaciones con madre, con pareja, al final hay que repartirse, ¿no? Con tu hermano. - Fíjate, ha sido un verano muy distinto porque solo he estado con familia. Solo, y pareja, y familia, familia, familia, amigas, muy poco. Más de lo que suelo ser de verano de amigas, de irme a Bali y tal. Y este año no, casa, fabada, familia, sofá de mi abuela y amor. - Fabada que ahora te la puede hacer tu madre perfectamente con los fogones. - O sea, pero en Madrid no es la misma, no es lo mismo, no hay compango del bueno. Es verdad, deberías de traerlo ya. - Oye, los fogones, tu madre... - ¿Qué tiene que ver ahora? Si mi madre va a bailar, no va a cocinar. Estoy histérica, histérica. Va a hacer lo increíble, ya lo veréis. - Lo que te iba a decir también, ahora baila. - Baila muy bien, vais a flipar. - ¿Está en forma? - Siempre, esa cabrona. Pero escúchame, que se levanta a las 7 de la mañana y hace 700 cosas. Digo, pero hija, ¿qué te pasa? Me dice, no sé si es la edad, pero no para. O sea, mi novio me dice, ¿cómo lo haces? Es una superwoman. - ¿Cuadra bien tu novio con tu madre? - Se adoran. Me encantan, sí. Son los dos igual de cañeros, o sea, que de puta madre, sí. - Decía el compañero por tu padre - ... - Preguntaba por los ruedos. - No, bien, bien, bien. Has hecho bien, has hecho bien. - Claro, es que fuiste muy rápido. - Te quería preguntar, retomando lo del compañero. He leído que más que a veces también un padre es como un hermano para ti, porque tenéis una relación muy... - Pero mis padres en general, no solo mi padre, mi madre y mi padre. Es que mis padres no me criaron, me criaron mis abuelos. Entonces, claro, entonces sí, son como amigos, son amigos. Claro, yo puedo beberme mis copas con mis padres, ¿sabes? Y bailar y tal. Y después, que sepáis que mi padre también baila, ¿eh? No tanto como mi madre, no tan bien, imposible, pero baila, baila. Tiene sus pasos prohibidos. - ¿Se puede decir que está ya más tranquilo tras la tempestad? - Ya hablaremos. Venga, chao. - Gracias siempre. Chao.
Relacionados