PARTE 2 - Luis Merlo se sincera sobre el bullying que sufrió en su infancia

Ficha técnica


Fecha 22/08/2025
Parte 1
Duración 00:03:30
Sonido Totales
Edición Editado
Localización Madrid
Firma Europa Press

Luis Merlo presume con orgullo de su madre, María Luisa Merlo: "sí. Maravilloso. Maravilloso, mi madre es una de las personas más jóvenes y más modernas que yo he conocido en mi vida, pero ya quisiéramos tener esa cabeza. Muy bien, está estupenda. Haciendo su función y su gira, y todo fantástico". El actor asegura que no ha tenido momentos para descansar este verano: "no, cero, nada. Ya lo sé que no es bueno para la salud, pero lo voy a hacer, si es que me gusta mucho lo que hago, y entonces, pues en un momento he terminado. Me mido mal, estoy cansado, pero tan feliz que se me quita el cansancio inmediatamente". Habla del bullying que sufrió cuando era un niño: "sí, yo padecí esto, pero en mi caso era ser una familia distinta, ser una familia de actores. En la época que yo nací, años 66, todavía vivió franco, ocho, nueve años, se vivía en una españa muy diferente en la cual la educación era mucho más severa y había en mi mundo, había un mundo muy oscuro, que eran las calles de Madrid, lo recuerdo como un niño oscuro, con tres farolas, unos edificios sin iluminar. Y llegar al teatro y como un niño decir, ¿qué ha pasado aquí? ¿por qué hay tanta luz? Un niño bien pequeño, ¿por qué hay tanta luz? ¿qué está pasando? ¿qué es esto tan especial? Donde la gente es libre a nivel sexual, los homosexuales, las madres solteras, los que no estaban casados, cosas que eran impensables entonces, que eran antiquísimas y pretéritas, pero existían. Entonces, por causa de esto, yo sufrí mucho bullying en el colegio, mucho". Luis merlo protagoniza la obra 'Un dios salvaje'. Total Luis Merlo: - Estamos en el Teatro Alcázar y presentáis esta maravillosa obra, Un dios salvaje. Cuéntame un poquito qué es lo que vamos a ver. - Pues vamos a ver cómo, con la excusa de una reunión de unos padres, porque los niños se han peleado, han tenido una pelea, una típica, acaban matándose, de algún modo, los padres, porque son muchísimo más salvajes que los hijos, ¿dónde va a parar? Y tienen muchas cosas contenidas y mucho tiempo de si no resetear las relaciones y empieza la guerra, no solo entre esas dos parejas, sino entre las parejas, entre ellos, un poquito. Empiezan a decirse cosas que quizá, si no se sucede, si no se sucede este encuentro, no sucede, no habrían dicho. Todo en una clave de humor. - ¿Creéis que muchas veces hacemos ese acto de contención? Porque si no, pues acabaríamos muy mal y sacaríamos lo peor de nosotros. - Creo que hacemos ese acto de contención en lo social y en el exterior, porque efectivamente no podemos ir por la vida imponiendo nuestro criterio. Sin embargo, cuando eso sucede, de puertas para adentro, lo que se va instalando es un malestar que, es decir, el gas tiene que salir para algún lado. Entonces, cuando tú no tienes más que comprimir y comprimir y comprimir, lo que sucede es que hay un momento que te encuentras con verdaderamente una situación problemática, porque la falta de comunicación ya ha hecho tanta mella que lo que había empezado como algo que te molesta un poco, y a base de no ponerlo sobre la mesa, acabas haciendo un mundo de ese algo que solo te molestaba en principio. En definitiva, lo de siempre, la comunicación es lo único que puede resolver que es ese salvaje no salga. - ¿Crees que de alguna forma los niños, como no tienen esa capacidad de contenerse muchas veces, llevan a su alrededor, de alguna forma, lo que ven en casa? ¿No? ¿Trasladan un poco lo que ven en casa? Pues antes hablaba con Natalia, muchas veces a lo mejor los casos de bullying, que tú has hablado en alguna ocasión. - Sí, yo padecí esto, pero en mi caso era ser una familia distinta, ser una familia de actores. En la época que yo nací, años 66, todavía vivió Franco, ocho, nueve años, se vivía en una España muy diferente en la cual la educación era mucho más severa y había en mi mundo, había un mundo muy oscuro, que eran las calles de Madrid, lo recuerdo como un niño oscuro, con tres farolas, unos edificios sin iluminar. Y llegar al teatro y como un niño decir, ¿qué ha pasado aquí? ¿Por qué hay tanta luz? Un niño bien pequeño, ¿por qué hay tanta luz? ¿Qué está pasando? ¿Qué es esto tan especial? Donde la gente es libre a nivel sexual, los homosexuales, las madres solteras, los que no estaban casados, cosas que eran impensables entonces, que eran antiquísimas y pretéritas, pero existían. Entonces, por causa de esto, yo sufrí mucho bullying en el colegio, mucho. - Pero este no es el caso de él. - No, no, pero los bullying son mucho más crueles hoy en día. Entonces, era que si era un señor en una sociedad conservadora, pues hijo de actores, nieto de actores, no estaba bien visto, no lo estaba aún. Y entonces, por eso yo recibí bastantes ataques. Y en esta función no les sucede a los niños. Los niños y uno de ellos, en concreto, el hijo de Clara Sánchez y mío, es un salvaje, es un auténtico salvaje, como el padre, que también lo es. Sí, sí, el reflejo total y absoluto. - ¿Cómo está siendo trabajar con? - Está siendo muy bonito. Tamzin Townsend, de verdad, es una directora, es el cuarto proyecto que hago con ella, es una directora maravillosa. Y luego, mis compañeros y yo. Llevamos un viaje de un año con otra función anterior a esta, Conspiranoia, y verdaderamente nos conocemos lo suficiente, o que nos conocíamos. Natalia hace 42 años, que somos amigos, y Clara, este 28 de junio, Clara Sánchez y yo hicimos 40 años de profesión, y la primera vez que nos subimos a un escenario en el Teatro Romano de Mérida fue juntos. Y entonces, ahí, cojones, tenemos una complicidad que en el proceso de buscar los personajes que están más vulnerables, no había que demostrar nada a nadie, había sencillamente que bucear hasta encontrarlos. - Esta obra se convirtió en un fenómeno teatral desde que se estrenó, y en España, que se estrenó en 2008, con Aitana Sánchez Gijón y Maribel Verdú, ¿no? - Sí, producida por mi hermano Pedro, y con este decorado, que este no es el decorado que hicieron ellos, porque este se acaba de construir, pero es la idea exacta y la realidad exacta de la maravillosa Ana Garay, que es una escenógrafa y una figurinista maravillosa. Y decidió Tamzin, puesto que también lo había dirigido Tamzin, y en este teatro, de por qué no hacemos la jugada completa y que la escenografía sea la misma, renovada por los años. Y entonces, se ha hecho la escenografía con la idea conceptual y hasta la mesa tiene el mismo. Todo es lo que se llamaba antes, en teatro, que era muy bueno, una reposición hace 18 años. Y, efectivamente, estaban Antonio Molero, Pérez Ponce, Aitana Sánchez Gijón, y Maribel Verdú. Lo hemos visto y revisto, no quería verlo al principio, digo, porque al principio, dice, yo no tengo ni idea qué seguros están de sí mismos, claro, llevan año y medio haciéndolo, así no estaban seguros, estábamos perdidos todos. Y entonces, ahora cuando lo veis, dices, ay, ya estoy haciendo otra cosa, no he imitado. Pero en principio era referencia, referencia, referencia total, decir, ay, ¿cómo es este momento? - Como se presenta la temporada, me imagino que muy centrados en la obra, no sé si tienes algún proyecto más en mente. - Hay algún proyecto de imagen y luego, pues, la continuidad de 'La que se avecina', que el año que viene ya es un hecho que volvemos a hacer otra temporada, acabamos de terminar de grabar la última que está por emitir, y teatro, y teatro, y teatro, y mucho. - ¿Dónde estás más a gusto? - En los dos sitios. Lo que pasa es que, ¿dónde veo que hay más magia? En el teatro. Hay más magia, además, en este trabajo nuestro y en cualquiera que tenga que ver con nuestro mundo, y tú lo sabes mejor que nadie, te llaman a las diez de la noche y hay que salir corriendo. En el único lugar donde sabes, en nuestra profesión, que a las nueve y media suceda lo que suceda, dejas de trabajar y terminas de trabajar, es el teatro. Tú te metes en una serie y dices, ¿puedo terminar yo a las tres? Y luego que la gente se diga, o llegamos a las ocho y decimos, chicos, tenemos que esperar una hora, o ya, y me recogen a una hora, me recogen a otra. No, aquí a las ocho hay que estar puesto para que él se levante el telón y a las nueve y media ha terminado esto, después de escuchar muchas risas, y mucha aprobación, y mucha felicidad por parte del público. - ¿Has tenido tiempo para descansar este verano? - No, cero, nada. Ya lo sé que no es bueno para la salud, pero lo voy a hacer, si es que me gusta mucho lo que hago, y entonces, pues en un momento he terminado. Me mido mal, estoy cansado, pero tan feliz que se me quita el cansancio inmediatamente. - El día 6 de septiembre es el cumpleaños de María Luisa, ¿qué tal? - Sí. Maravilloso. Maravilloso, mi madre es una de las personas más jóvenes y más modernas que yo he conocido en mi vida, pero ya quisiéramos tener esa cabeza. Muy bien, está estupenda. Haciendo su función y su gira, y todo fantástico.

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