Ficha técnica
El exconseller Santi Vila, ha explicado sobre el expresidente, Carles Puigdemont, que su reencuentro en Waterloo (Bélgica) tras dos años fue emocionante, y ha asegurado que le respeta: Si yo lo he pasado mal, él lo ha pasado peor, y aún lo está pasando mal. Además, él se ha puesto el país en la espalda. No sé si la gente se lo pide. Yo le digo que la gente no se lo pide. Pero él tiene la impresión que, además de su interés personal, también tiene un deber como expresidente de la Generalitat y debe responder a este deber, a esta misión, ha explicado. Preguntado sobre lo ocurrido en 2017, Vila ha asegurado que se encuentra con ganas de mirar al futuro y opina que cada vez incomodará más lo que ocurrió. Además, el exconseller ha reconocido que hubiera dimitido antes del entonces Govern de Carles Puigdemont si hubiera sabido que las cosas acabarían como terminaron. Si pudiera hacer marcha atrás, no tomaría aquellas decisiones. Aquello de tensar la cuerda creyendo que al final no se romperá, no lo practicaría porque la cuerda se rompió, y fuimos todos corresponsables, yo también, ha admitido Vila, que ha llamado a hacer política apelando a la razón y no tanto a los sentimientos y la emoción. Durante la entrevista, Vila también se ha mostrado partidario de defender la mesa del diálogo. En este sentido defiende que no hay alternativa a la mesa de diálogo, aunque cree que el crédito del Gobierno de Pedro Sánchez se ha terminado en esta legislatura con la concesión de los indultos a los presos independentistas, una decisión que agradece y que califica de acto valiente. En su opinión, será en la próxima legislatura cuándo se tendrá que afrontar una actualización de la Constitución que permita repartir mejor el poder y la fuerza del Estado, su poder político y los recursos entre las grandes ciudades y los territorios que lo conforman, una reforma que cree que el PSOE debe abordar también con el PP.
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