Ficha técnica
Las imágenes hablan por sí solas, una rata parapléjica, con la médula espinal partida en dos, camina con relativa normalidad por una cinta de correr e incluso salta obstáculos. Está claro que cada vez está más cerca el que las lesiones medulares dejen de ser una condena a la inmovilidad para toda la vida.
Relacionados