Acción contra el Hambre y el Ayuntamiento de Madrid se unen contra el hambre

Acción contra el Hambre y el Ayuntamiento de Madrid realizaron anoche un espectáculo de videomapping en los Jardines de Sabatini para mostrar los vínculos entre guerra y hambre con motivo del Día Mundial de la Alimentación 2017. La violencia, especialmente en las guerras modernas que alcanzan masivamente a la población civil, provoca desplazamientos de población que huyen con lo puesto, abandonan sus medios de vida y se concentran en lugares con agua y saneamiento precario donde dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir. A menudo, cuando esta situación se prolonga, surgen tensiones con la población de acogida y competición por los recursos naturales o el empleo. En las guerras se abandonan cosechas, se saltan periodos de producción y se interrumpe el abastecimiento a mercados. De los 43 conflictos actuales, el 77 por ciento están directamente vinculados a conflictos y el 17 por ciento lo están indirectamente. “No solo hemos podido verlo en las cuatro grandes crisis alimentarias de 2017 (Yemen, Nigeria, Sudán del Sur y Somalia) sino en otros contextos como las guerras con origen en la subida de los precios de los alimentos o incluso algunas como la de Siria, donde entre las causas que originaron el conflicto podría estar la prolongada sequía o en lugares como el Sahel o Kenya donde están creciendo las tensiones entre las poblaciones pastorales en competición directa por los pastos cada vez más secos”, explica Longué. Aunque el hambre siempre ha sido utilizada en las grandes guerras “nos preocupa su uso creciente en las guerras actuales, donde intervienen grupos armados con escasos recursos, y que practican sistemáticamente violaciones muy baratas” al derecho internacional humanitario como pueden ser la quema de tierra, la destrucción de ganado y de infraestructuras agrícolas y la obstaculización de la ayuda humanitaria”, explicó en el evento de videomapping el Director de incidencia y relaciones institucionales de Acción contra el Hambre, Manuel Sánchez-Montero.