Ficha técnica
Imágenes de los refugiados rohingya que han huido a Bangladesh se enfrentan a la temporada de huracanes y del monzón, que pueden convertir en una catástrofe lo que ya es una situación humanitaria desesperada. Las fuertes lluvias que se producen con la llegada del monzón, que tiene lugar en abril y mayo, aumentan el riesgo de brotes de enfermedades como el cólera o la diarrea acuosa aguda debido al consumo de agua en mal estado. Además, los campos de refugiados podrían inundarse y las frágiles viviendas donde habitan miles de familias podrían quedar arrasadas por deslizamientos de tierra.
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